La bolsa de Estados Unidos se encuentra en máximos históricos, pero eso no debe ser una excusa para que los inversores se duerman en los laureles. Es prioritario que cada uno conozca cuál es el riesgo que se asume con determinados activos, pero también reequilibrar la cartera, sobre todo ante la posibilidad de que algunas variantes, tanto internas como externas, puedan acabar por influir en el precio de las acciones y llevarlas hasta un escenario de mayor volatilidad.
Pese a que las acciones y los bonos aún se encuentran en máximos históricos, CNN Expansión recomienda a los inversores hacer tres cosas de inmediato para asegurarse un buen comportamiento de su cartera y evitar que se vea influida por la dirección que puedan tomar los mercados en el corto plazo.
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1- Conocer el riesgo en bonos
En las últimas semanas el mercado de bonos se ha visto afectado por los últimos movimientos de la deuda soberana europea. Aunque se han registrado pequeñas variaciones, lo cierto es que estas fluctuaciones acaban por traducirse en pérdidas de capital enormes para aquellos que invirtieron en bonos, y ahora con las tasas de interés en cotas bajas estos productos no suponen ningún ingreso apreciable que compense a los inversores por el riesgo asumido.
Asímismo, aunque los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años se encuentran en un rendimiento de más o menos 2,27% y los inversores podrían pensar que son inmunes a la tendencia, hay que recordar que estas tasas han subido más de medio punto porcentual desde principios de febrero, siendo más que probable que se produzcan nuevas alzas tras determinadas decisiones de la Reserva Federal.
Dependiendo de la duración de los bonos las pérdidas podrían ser mayores
Es por ello que se recomienda a los inversores con bonos que revisen el riesgo de los mismos ya que un aumento de las tasas reducirá los precios, y dependiendo de la duración de los mismos las pérdidas podrían ser mayores. Ahora es el momento de evaluar el grado de riesgo de estos productos para ajustarlos en consecuencia y satisfacer así las necesidades de ingresos y la tolerancia a las fluctuaciones del mercado.
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2- Conocer el riesgo en acciones
Pese a que las acciones se han disparado en los últimos años, en parte por un crecimiento de las ganancias y en parte a medida que los niveles de valoración múltiple en el mercado aumentaban, no hay que olvidar dónde se encuentran los activos de más alto valor.
Muchos inversores se han mostrado escépticos ante las subidas y se han decantado por activos relacionados con bienes de consumo básico. Hay que tener en cuenta que las acciones líderes en esos ámbitos no siempre tienen tasas de crecimiento grandes, aunque hayan reportado importantes ganancias que, no obstante, muchos analistas consideran como no sostenibles.
Si el inversor no ha reequilibrado su cartera no debe demorarlo más
En caso de que el inversor posea un gran número de acciones de compañías que pagan dividendos, es recomendable que observe sus comportamiento. Sobre todo porque en algunas ocasiones el riesgo está en activos insospechados, y si se adoptan medidas de inmediato, aprovechando que la valoración de esas acciones sigue siendo alta, se pueden evitar problemas posteriores.
3- Equilibrar la cartera
Por último, a pesar de que tanto las acciones como los bonos han subido en los últimos años, las acciones reportado mayores ganancias generales. Es por ello que si el inversor no ha reequilibrado su cartera no debe demorarlo más. Reequilibrarla ahora puede ayudar a reducir posiciones, bloquear las ganancias y limitar la exposición a la próxima caída.
La volatilidad del mercado forma parte del día a día de los inversores, pero si siguen estos tres pasos y realizan los ajustes necesarios podrán controlar en mayor medida su exposición a los riesgos y sacar así el máximo provecho de sus inversiones.
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