- Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Daimler mantuvieron reuniones secretas desde la década de los noventa para burlar el libre mercado
- BMW asegura que sus vehículos no están manipulados y que cumplen con las exigencias legales
Las compañías de automóviles alemanas se desploman en bolsa tras las acusaciones de complot con los precios. Volkswagen, Daimler y BMW se han situado entre los valores que más han cedido en el DAX 30, con caídas superiores al 2%. Según publicó Der Spiegel, Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Daimler mantuvieron reuniones secretas desde la década de los noventa para burlar el libre mercado.
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Un documento enviado por Volkswagen a la Autoridad de Defensa de la Competencia alemana revela que las cinco marcas más prestigiosas de la industria automotriz alemana mantuvieron reuniones secretas desde la década de los noventa para burlar las leyes de la competencia en asuntos tan sensibles como la tecnología, costes, suministros e, incluso, en la purificación de los gases contaminantes de coches diésel.
La publicación alemana apuntó que en dichos encuentros se abordaron diferentes aspectos como el desarrollo del vehículo, frenos, motores de gasolina y diésel, cajas de cambio y también el tamaño de los depósitos del líquido destinado al tratamiento de los gases y acordaron la utilización de uno de pequeño tamaño, en lugar de opciones de mayor volumen que también estaban barajando.
De esta manera, Volkswagen ha cerrado con caídas del 2,26%, Daimler cede un 2,1% y BMW, un 2,52%. Las tres compañías lideran las caídas del DAX 30 alemán.
Las primeras reacciones ya han aparecido. El consorcio automovilístico alemán BMW ha asegurado que sus vehículos no están manipulados y que cumplen con las exigencias legales correspondientes, según ha informado la empresa, que ha señalado que las reuniones mantenidas con otros fabricantes alemanes se centraron en la instalación de las infraestructuras necesarias en Europa para el almacenaje de AdBlue.
Ante estas acusaciones, la corporación con sede en Munich indicó que todos sus vehículos, también los diésel, cumplen con la normativa legal, tal y como demuestran las diferentes investigaciones realizadas tanto en Alemania como en otros países. "El grupo rechaza categóricamente las acusaciones de que los vehículos diésel Euro 6 vendidos por la compañía no ofrecen un tratamiento adecuado de los gases de escape como consecuencia de que los depósitos de AdBlue son demasiado pequeños", apunta.
Asimismo, subraya que la tecnología que utiliza la compañía está "claramente diferenciada" de otros sistemas presentes en el mercado y afirma que está compitiendo para comercializar "los mejores" sistemas de tratamiento de gases de escape. Además, resalta que, a diferencia de otros fabricantes, BMW emplea una combinación de varios componentes sobre este asunto.
"Los vehículos que usan una inyección de urea con AdBlue para tratar los gases de escape emplean un convertidor catalítico de almacenamiento de óxidos de nitrógeno (NOx). Con esta combinación de tecnologías, cumplimos con los requisitos legales de emisiones y también logramos un buen rendimiento en condiciones reales de uso. Esto significa que no hay necesidad de revisar o de mejorar el 'software' de los vehículos diésel Euro 6", añade.