Las bolsas asiáticas han finalizado la última sesión de la semana con un predominio claro de los números rojos en medio de las preocupaciones por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
El Nikkei pierde un 1,39%, con caídas muy destacadas en valores como Tokyo Electron o Nintendo, que se ha dejado más de un 2%. El PIB de Japón ha salido mejor de lo esperado en el segundo trimestre (+0,5% frente al +0,3% esperado), pero esto ha tenido poco impacto en el mercado.
El índice surcoreano Kospi ha cedido más de un 1% golpeado por la debilidad de Samsung, que ha retrocedido un 3,5% después de que su nuevo Galaxy Note 9 se haya presentado con no demasiado éxito.
Después de cuatro días de ganancias, el índice Hang Seng de Hong Kong se ha dejado un 0,9% en medio del comportamiento más débil de las tecnológicas.
En China, caídas también destacadas, con el Shanghai cediendo un 0,44%.
El índice australiano S&P/ASX 200 bajó un 0,16%, con recortes especialmente destacables entre las energéticas, mientras que el sector financiero registró subidas contenidas. En su declaración de política monetaria, el Banco Central de Australia dijo que es probable que el crecimiento se sitúe por encima del 3% en 2018 y 2019. También señaló que la inflación "es probable que sea un poco menor en el corto plazo".
