La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha reconocido que desde el organismo, al igual que otros bancos centrales, "subestimamos tanto la dinámica de la inflación como su persistencia".
Así lo ha manifestado en un discurso pronunciado en el Seminario de Oradores Distinguidos organizado por el Centro Económico y Financiero Europeo, en el que la francesa ha reiterado el objetivo de inflación del 2%.
Durante su alocución, centrada en la comunicación política, Lagarde ha señalado la importancia de generar confianza en los bancos centrales y que los ciudadanos perciban que son capaces de cumplir con su mandato de restaurar la estabilidad de precios.
"Para cumplir con ese mandato, hemos aumentado nuestras tasas de política monetaria en un total acumulado de 425 puntos básicos en el espacio de 12 meses, un ritmo récord en un tiempo récord. Lograremos un retorno oportuno de la inflación a nuestra meta de medio plazo del 2%", ha afirmado.
Pero, según ha manifestado, esta acción debe estar respaldada por la comunicación y, en este sentido, en el BCE disponen de dos formas para mejorarla y que apoye sus movimientos de política monetaria: "Más accesibilidad y más humildad".
"El lenguaje accesible también aumenta los beneficios de un objetivo de inflación claro. Los efectos de informar a la gente sobre nuestro objetivo tienden a durar más tiempo si la información va acompañada de explicaciones sobre la justificación de ese objetivo y sus implicaciones sobre cómo la política monetaria puede estabilizar la economía", ha subrayado Lagarde.
Asimismo, "la humildad en la forma en que nos comunicamos es clave para fomentar la confianza. Para restablecer la confianza en las instituciones especializadas, debemos hacer un mejor trabajo para transmitir la incertidumbre que enfrentamos y el desafío inherente a la formulación de políticas con visión de futuro en este entorno", ha aseverado.
La presidenta del BCE ha insistido en que es fundamental no solo tomar medidas decisivas para reducir la inflación, sino también comunicarse de manera efectiva para garantizar que las expectativas de inflación a medio plazo permanezcan ancladas durante el proceso.
"Más que nunca, transmitir de manera creíble que la inflación volverá a nuestro objetivo del 2% a medio plazo ha sido vital para ayudar a evitar que se afiance una dinámica inflacionaria autocumplida", ha dicho.
"El entorno actual presenta a los bancos centrales tanto un riesgo como una oportunidad: la gente ahora está prestando más atención a la inflación, lo que puede aumentar el riesgo de un desanclaje de las expectativas de inflación; Pero debido a esa mayor atención, pueden estar más dispuestos a escucharnos, lo que nos da una valiosa ventana de tiempo para lanzar nuestros mensajes clave", ha concluido Lagarde.