- El interés de los títulos transalpinos alcanza su nivel más alto desde el verano de 2015
- La prima de riesgo italiana se dispara hasta los 185 puntos básicos
El foco de la incertidumbre y los temores se centra ahora en Italia. La inestabilidad, conectada a la combinación que suponen las dudas sobre su sector bancario y los recelos con respecto al resultado del referéndum del 4 de diciembre, deja correspondiente su huella en los activos transalpinos.
En especial, es evidente en la deuda soberana. Las ventas, con el consiguiente repunte del rendimiento porque este sube cuando el precio de los títulos baja, provocan que la rentabilidad de los bonos a 10 años se dispare del 2,02% al 2,12%, el nivel más alto desde julio de 2015.
Con el rendimiento de los bonos alemanes en el 0,26%, el repunte del interés de los títulos transalpinos se traduce en que la prima de riesgo italiana, que mide la rentabilidad adicional que el mercado le exige con respecto al 'bund' germano, se amplía hasta los 186 puntos básicos. Se trata de la brecha más alta desde mayo de 2014.
Los recelos en torno a los bonos italianos se han contagiado a los españoles. Así, la rentabilidad de los títulos soberanos a 10 años ha escalado del 1,52 al 1,60%. Eso sí, como el castigo es inferior al que sufren los transalpinos, la prima de riesgo entre Italia y España también se sigue ampliando. Alcanza ya los 52 puntos básicos, el mayor diferencial que Italia paga con respecto a España desde 2012
Los inversores dan rienda suelta a las ventas en un contexto de incertidumbre marcado por las dudas con respecto a la situación de la banca italiana y con respecto al resultado del referéndum que se celebrará el 4 de diciembre, en el que el primer ministro, Matteo Renzi, someterá a consulta su reforma constitucional. Las encuestas no son favorables al gobernante italiano, un resultado que complicaría la continuidad de Renzi y que incluso abriría el debate sobre la salida de Italia del euro.