- El boletín trimestral explica que no descarta limitar el nivel de apalancamiento de las inversiones o limitar la comercialización mediante limitaciones a la publicidad
- La CNMV ha puesto en marcha varias medidas para "proteger" a los inversores minoristas de CFD, productos FOREX u opciones binarias
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tiene el foco en los CFD y en otros productos complejos en los que, según el regulador, los inversores minoristas “pierden dinero sistemáticamente”. El boletín trimestral explica medidas para proteger al inversor y asegura que “no descarta” limitar su comercialización, en línea con la hoja de ruta para este año presentada en marzo por su presidente, Sebastián Albella.
“Tanto en España como en otros países europeos está produciéndose una creciente comercialización entre clientes minoristas por parte de ciertos intermediarios financieros de instrumentos cada vez más complejos y arriesgados, como contratos financieros por diferencias (CFD), contratos rolling spot foreign exchange (productos Forex, sobre divisas) u opciones binarias”, señala la CNMV en su boletín trimestral.
El regulador, como ocurre en otros países de la Unión Europea, tiene la mira enfocada en estos instrumentos de inversión por considerarlos demasiado complejos para los inversores no cualificados. “La comercialización de este tipo de productos entre clientes minoristas viene preocupando desde hace tiempo a la CNMV”, insiste el organismo que preside Sebastián Albella.
Los CDF, los productos FOREX y las opciones binarias tienen riesgos “difíciles de comprender para la mayor parte de los inversores minoristas”, asegura el regulador. Además, recuerda que estudios de la propia CNMV y de otros organismos homólogos en Europa muestran que “la gran mayoría de los clientes minoristas que operan con estos productos pierde dinero sistemáticamente”. Por ejemplo, en diciembre el regulador británico (FCA) publicó que el 82% de los clientes pierde dinero y anunció la limitación de su venta a los clientes sin amplios conocimientos sobre el mercado bursátil, lo que provocó desplomes en la cotización en la Bolsa de Londres de algunos brókeres.
Un estudio de la CNMV realizado entre el 1 de enero de 2015 y el 30 de septiembre de 2016 concluye que el mismo porcentaje se traslada a España, con pérdidas totales -incluyendo costes y comisiones- de 142 millones de euros para 30.656 clientes. Una cifra de pérdidas que se divide entre 52 millones por el resultado de su inversión y 90 millones soportados por comisiones y otros costes.
Esta preocupación lleva al regulador y supervisor español a plantearse la limitación de su venta: “Algunos países de la Unión Europea han propuesto, e incluso en algún caso desarrollado, diversas iniciativas, orientadas por ejemplo a limitar el nivel de apalancamiento de las inversiones en este tipo de productos o a restringir su comercialización mediante limitaciones a la publicidad o a las ventas a distancias”, concreta el boletín trimestral de la CNMV, que agrega que no descarta "posibles acciones en una línea parecida".
Además, el organismo dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad recuerda que ya ha puesto en marcha medidas para “reforzar la protección de los inversores minoristas en España cuando inviertan en CFD, productos Forex u opciones binarias”. En este sentido, destaca que ha requerido a los intermediarios que comercializan estos instrumentos con un apalancamiento superior a diez veces o que venden opciones binarias entre minoristas, que lo hagan “fuera del ámbito del asesoramiento de inversión”, además de cuatro exigencias.
La primera es que adviertan expresamente de los riesgos que la CNMV considera que tienen por su “complejidad y riesgos”. También pide que informen sobre el coste si el cliente cierra la posición nada más realizar la contratación y, en el caso de CFD y Forex, que sean advertidos de las pérdidas potenciales. En tercer lugar, exige que recaben del inversor un texto manuscrito o grabación verbal que acredite que éste entiende que el producto “es especialmente complejo” y que la CNMV “considera que no es adecuado para inversores minoristas”. Por último, reclama que los elementos publicitarios usados por las entidades para promocionar estos productos “contengan siempre una advertencia sobre la dificultad de entenderlos y que la CNMV no los considera adecuados para minoristas”.
De hecho, las entidades a las que se dirige este requerimiento tienen un mes para llevar a cabo las exigencias en la comercialización de CFD, productos Forex y opciones binarias desde que reciban la notificación de la CNMV. El organismo extenderá estas advertencias a otros reguladores en los que tengan en sus territorios registrados intermediarios que venden sus productos entre clientes españoles. Además, pedirá en la ESMA, de la que forma parte, que haya medidas coordinadas a escala europea.
¿QUÉ SON LOS CFD, PRODUCTOS FOREX Y LAS OPCIONES BINARIAS?
Los CFD son contratos por diferencias en los que un inversor y una entidad financiera acuerdan intercambiarse la diferencia entre el precio de compra y de venda de un activo subyacente (por ejemplo, una acción). No se negocian en un mercado secundario oficial, sino en las plataformas electrónicas de la entidad emisora, explica la CNMV. La esencia del producto es que el inversor opera con apalancamiento, con lo que opta a ganancias superiores (o a sufrir pérdidas) de lo invertido.
En este caso, la CNMV recuerda que ya ha advertido sobre los riesgos de este producto en los últimos años, algo que también ha hecho el regulador europeo ESMA, que el año pasado aconsejó limitar la inversión en CFD para los inversores con experiencia, que comprendan cómo funcionan, que sean conscientes del apalancamiento, entiendan que la posición puede cerrarse si lo decide el proveedor, y si tiene tiempo para gestionar la inversión de forma activa.
Los productos Forex, por su parte, hacen referencia a derivados que operan a partir del mercado de divisas. Mientras que las opciones binarias son productos altamente especulativos en los que un inversor puede obtener altas rentabilidades o perder todo lo invertido en función de la evolución del activo al que estén vinculadas.