La gestión de activos sigue buscando nuevos destinos para invertir el dinero de sus clientes en un entorno complejo atenazado por la potencial desaceleración económica mundial y las dificultades para obtener buenos rendimientos. En este contexto, la consultora KPMG deja clara su preferencia por la inversión alternativa y, dentro de esta, el sector inmobiliario.
KPMG señala que el panorama ha cambiado claramente respecto a la crisis. Ahora hay mucho más apetito inversor y menos activos en los que invertir. De hecho, destacan que en plena crisis financiera se invertían unos 5.000 millones de euros respecto a los 20.000 millones registrados en 2018.
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Javier López Torres, socio responsable de Real Estate en KPMG España, sostiene además que la inversión residencial sigue siendo de naturaleza heterogénea y observa que "hay poca vivienda nueva", lo que redunda en esa falta de activos en los que las gestoras de fondos pueden invertir el dinero de sus clientes.
López Torres resalta que en 2012, "lo peor de la crisis", no se vendían viviendas nuevas porque simplemente no se construían. Sin embargo, "ahora el mercado se está revitalizando gracias a la entrada de suelo, de modo que se está vendiendo alrededor del 85% de vivienda de segunda mano y el resto nueva", apostilla.
El inmobiliario fue recientemente señalado junto a la inversión directa en bonos y acciones como los principales rivales de los fondos de inversión para seducir al bolsillo de los inversores españoles. Así lo destacó la novena encuesta llevada a cabo por el Observatorio Inverco.
En un entorno de tipos negativos, los inversores ven en el ladrillo una oportunidad. Más aún con el auge del sector inmobiliario en zonas urbanas del territorio español como Madrid y Barcelona, en las que los pisos se han revalorizado con rapidez. Además, este tipo de activo proporciona rentas periódicas a la cartera en forma de alquiler.
EL LADRILLO, EL MÁS ACTIVO EN 2018
Según el informe 'Perspectivas de M&A (Fusiones y Adquisiciones) en España para 2019 de KPMG, el inmobiliario fue junto al industrial y el energético el sector más activo por volumen de inversión en 2018.
Con todo, la consultora y auditora prevé que para este año la actividad se encuentre más equilibrada y señala la tendencia de una mayor actividad en sectores como el infraestructuras y construcción, servicios a empresas (10%), banca (9%), distribución y consumo (8%), seguros (7%) e industria (7%).
