Justo cuando se cumple una década del colapso financiero que provocó la caída de Lehman Brothers, muchos son los inversores que se preguntan cuándo será la próxima crisis y cuál será el desencadenante. Tanto JP Morgan como el economista Nouriel Roubini coinciden en que 2020 será el año en el que se darán todos los condicionantes para que ocurra.
Los analistas de JP Morgan han creado un indicador destinado a medir el momento y la gravedad de la próxima crisis financiera. Lo hace calculando los resultados en función de la duración de la expansión económica, el potencial de la próxima recesión, el grado de apalancamiento, las valoraciones de los precios de los activos y el nivel de desregulación e innovación financiera antes de la crisis.
Este modelo indica que los inversores deberían apuntar 2020 en sus calendarios, aunque JP Morgan considera que este golpe será "menos doloroso" que los episodios de crisis pasados. "En todos los activos, estas proyecciones parecen moderadas en comparación con lo que ocurrió en la última crisis". Sin embargo, "la disminución de la liquidez del mercado financiero desde la implosión de 2008 es un comodín que es difícil de jugar", indican John Normand y Federico Manicardi, analistas del banco estadounidense.
JP Morgan cree que será "menos dolorosa" que los episodios de crisis pasados, mientras que Roubini dice que "podría ser aún más severa y prolongada que la anterior"
Una idea que coincide solo en parte con la del economista Nouriel Roubini. Según asegura en un artículo en MarketWatch, "la próxima crisis y recesión podría ser aún más severa y prolongada que la anterior", dado que "a diferencia de 2008, cuando los gobiernos tenían las herramientas políticas necesarias para evitar una caída libre, los responsables de las políticas que deben enfrentar la próxima recesión tendrán sus manos atadas, mientras que los niveles generales de deuda son más altos que durante la crisis anterior".
Ahora, EEUU "ha limitado la capacidad de la Fed para proporcionar liquidez a las instituciones financieras no bancarias" y en Europa "el auge de los partidos populistas hace que sea más difícil llevar a cabo reformas y crear las instituciones necesarias para combatir la próxima crisis financiera y la recesión".
El economista da algunas razones que justifican esto. Para 2020 el estímulo fiscal de EEUU se agotará y el crecimiento se reducirá dado que el potencial actual es "insostenible" y la economía del país se está "recalentando". Por su parte, la Reserva Federal (Fed) continuará elevando los tipos al menos al 3,5% para 2020, una subida que seguirán el resto de bancos centrales, "lo que reducirá la liquidez global y ejercerá una presión al alza sobre las tasas de interés".
Las disputas comerciales del presidente estadounidense Donald Trump con China, Europa, México y Canadá "aumentarán casi con total seguridad, lo que provocará un crecimiento más lento y una inflación más alta". Además, otras medidas de Trump como las restricciones a inmigrantes, necesarios para mantener el crecimiento en medio de una población envejecida, junto con la reducción en inversiones de economía verde y la falta de políticas de infraestructura "continuarán agregando presión".
LA CRISIS TAMBIÉN AFECTARÁ FUERA DE EEUU
En el resto del mundo, "es probable que el crecimiento disminuya, más aún cuando otros países consideren oportuno tomar represalias contra el proteccionismo estadounidense", asegura Roubini. Mientras, Europa "también experimentará un crecimiento más lento, debido al endurecimiento de la política monetaria" y "las políticas populistas en países como Italia pueden conducir a una dinámica de deuda insostenible dentro de la eurozona". "Bajo estas condiciones, otra caída global podría provocar que Italia y otros países salgan por completo de la zona euro".
Otra caída global podría provocar que Italia y otros países salgan por completo de la zona euro
En cuanto a los mercados, en EEUU "las valoraciones de capital privado se han vuelto excesivas y los bonos del gobierno son demasiado caros". También "el apalancamiento en muchos mercados emergentes y en algunas economías avanzadas es claramente excesivo". JP Morgan prevé que las acciones estadounidenses caerán aproximadamente un 20%, por debajo del 48% de los mercados emergentes. Además, el precio del petróleo se reducirá un 35% y los metales básicos, un 29%.
Hace unos meses, otros analistas ya estimaban que habría que estar atentos a 2020, ya que este año "es un verdadero punto de inflexión", avisaba Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics. A principios de este verano, el ex presidente de la Fed, Ben Bernanke, advirtió que la economía de EEUU podría enfrentarse a un momento crítico en 2020 a medida que las formas de estímulo comienzan a agotarse. Y misma esta semana, el multimillonario administrador de fondos de cobertura Ray Dalio se hizo eco de la misma idea y advirtió que EEUU estaba a unos dos años de una desaceleración, gracias a los efectos de los recortes tributarios de Trump.