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JP Morgan ha dado la voz de alerta sobre los beneficios empresariales. "La rentabilidad corporativa, hasta ahora resiliente, se ha debilitado", avisa el banco estadounidense, que señala tres factores como los causantes de esta situación y pide a los inversores ser prudentes porque es muy posible que este año las ganancias sean "decepcionantes" incluso sin una "recesión absoluta".

"Los alcistas basan en gran medida su visión constructiva del mercado en la premisa de que los beneficios empresariales van a acelerarse, respaldados por la tendencia a la baja de los indicadores de actividad, como los PMI y el ISM", destacan los analistas de JP Morgan, que recuerdan que, de hecho, en las últimas semanas varios analistas han elevado sus objetivos para los índices bursátiles "basándose en unas perspectivas de beneficios más optimistas".

Sin embargo, avisan, "la realidad de los beneficios podría ser la contraria a medida que avance el año". ¿Por qué? Pues como explican, porque "en conjunto, y a pesar de algunas excepciones notables, los márgenes de beneficio de las empresas son elevados en un determinado contexto histórico, y parecen estar alcanzando su máximo" en estos momentos.

"La pauta histórica según la cual los márgenes de beneficio siempre empiezan a descender antes de la siguiente recesión económica es clara", destacan estos expertos, que ven "tres fuentes de caídas" de las ganancias a partir de ahora:

1. Muchas empresas se beneficiaron de una característica única de este ciclo

Según los analistas del banco estadounidense, "a medida que los tipos de interés aumentaban más de 300 puntos básicos, los gastos netos por intereses disminuían", lo que ha beneficiado a muchas compañías. Y es que las empresas "se aseguraron un bajo coste de financiación ampliando la duración de su deuda", pero también muchas "vieron mejorar el rendimiento de sus saldos de tesorería".

"Esta evolución, más bien contraintuitiva, se normalizará con el paso del tiempo", opinan en JP Morgan. "Las empresas tendrán que refinanciar su deuda con créditos de mayor coste", vaticinan sus expertos.

2. Los ingresos brutos de muchas empresas fueron excepcionalmente elevados después del Covid

Dicen además que "el poder de fijación de precios era alto y las empresas pudieron repercutir la presión de los costes de los insumos con facilidad". Pero a medida que las tasas de crecimiento del PIB nominal disminuyan y los IPP se vuelvan negativos, "los márgenes podrían debilitarse".

"Seguimos opinando que el repunte de la inflación inducido por el Covid terminará por deshacerse por completo, y esto a su vez sugiere que los ganadores de la rentabilidad corporativa deben reajustarse", comentan al respecto. Recuerdan también que "históricamente la correlación positiva entre los beneficios y los IPP ha sido clara".

3. La actividad económica estadounidense fue mucho más robusta el año pasado de lo esperado

Esto, destacan en JP Morgan, "ha impulsado potencialmente la productividad y, a su vez, ha reducido los CLU". "Si la economía se ralentiza, en parte porque no se repiten los apoyos de que disfrutó el año pasado, como el estímulo fiscal, los CLU podrían repuntar", avisan estos analistas.

Asimismo, comentan que el indicador del margen de beneficios, el deflactor empresarial menos los CLU, "podría convertirse en un viento más en contra".

"Si juntamos los tres factores anteriores, podríamos acabar con unos resultados decepcionantes incluso sin que se produzca una recesión en toda regla, y observamos que las previsiones de beneficios por acción para 2024 siguen bajando en regiones clave", señalan.

Así las cosas, ¿podrían los beneficios del S&P 500 ser mucho mejores que los del conjunto de la economía? "Es interesante observar que para el S&P 500 todo el crecimiento de los beneficios en los últimos trimestres se debió a los '7 magníficos', y esta es una de las razones por las que seguimos 'sobreponderando' crecimiento frente a valor", destacan.

"Excluyendo estos valores, el crecimiento del beneficio por acción (BPA) para el resto de componentes del S&P 500 es francamente negativo". En JP Morgan señalan que el dólar "desempeña un papel" importante en todo esto, "y si se fortalece, como sospechamos, entonces los beneficios del S&P 500 podrían no superar mucho a los del NIPA".

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