Japón ha logrado evitar la recesión técnica. Así lo ponen de manifiesto los datos revisados del Producto Interior Bruto (PIB) del cuarto trimestre. En concreto, aunque inicialmente se había reportado una caída del 0,4%, finalmente se ha confirmado que entre octubre y diciembre la economía nipona creció un 0,4%. Eso salva al país de la recesión técnica, y aunque eso son buenas noticias, lo cierto es que la revisión se ha quedado por debajo de lo anticipado por el consenso, de forma que el Nikkei ha caído con fuerza, liderando las pérdidas en la región Asia-Pacífico.
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BlackRock lo tiene claro: "Las acciones japonesas todavía tienen recorrido alcista"Los datos oficiales revisados y publicados este lunes han mostrado que la economía japonesa volvió a crecer en el período octubre-diciembre del año pasado, tras registrar una contracción del PIB del 3,3% en el tercer trimestre, impulsada por un fuerte gasto de capital. Sin embargo, esta revisión al alza ha sido más débil de lo estimado (el consenso de analistas proyectaba un crecimiento del 1,5%), ya que el consumo privado siguió siendo débil en la recta final de 2023.
En lo que respecta al PIB del cuarto trimestre, también se expandió un 0,1% con respecto a los tres meses anteriores, pero esta cifra también ha sido más débil que el pronóstico de un crecimiento del 0,3% que había hecho el consenso. No obstante, la cifra, supone una mejora frente a la contracción del 0,1% que se había anunciado inicialmente.
Estos datos demuestran que la alta inflación ha afectado la demanda interna y el consumo privado, por lo que el crecimiento del PIB sigue dando muestras de fragilidad. En concreto, el consumo privado cayó un 0,3% intertrimestral, por encima de las estimaciones del consenso, que esperaba una caída del 0,2%.
El gasto de capital, no obstante, aumentó un 2% intertrimestral, en comparación con la caída provisional del 0,1% que había anunciado inicialmente el Gobierno, pero también ha estado por debajo de las expectativas del consenso de un aumento del 2,5%.
Con este panorama, la bolsa se ha ido al rojo. El Nikkei 225 se ha dejado un 2,19%, aunque ha llegado a perder casi un 3%, cayendo por debajo de la marca de 39.000 por primera vez desde el 21 de febrero (ha terminado en 38.820,49 puntos). Las pérdidas han sido lideradas por las acciones de tecnología, después de que Nvidia perdiera el viernes pasado un 5,55% en su peor sesión desde finales de mayo. Aunque la decepción de los datos del PIB también ha tenido algo que ver en el retroceso bursátil. El Topix, por su parte, ha bajado un 2,2% hasta los 2.666,83 enteros.
También en el terreno macroeconómico destaca China, tras haber registrado su primer mes de inflación después de cuatro meses de deflación. En concreto, el Índice de Precios al Consumo (IPC) del país subió un 0,7% interanual en febrero, por encima del aumento del 0,3% que esperaba el consenso de analistas. Supone una rotura con la tendencia que venían registrando los precios, tras la caída del 0,8% de enero, que fue además la mayor tasa de deflación de China desde septiembre de 2009.
En términos mensuales, el IPC de China subió un 1%, por encima también del 0,7% esperado por el consenso, y frente al aumento del 0,3% observado en enero. Por otra parte, el índice de precios al productor del país cayó en el segundo mes del año un 2,7% interanual, por encima de la caída del 2,5% de enero.
El índice Hang Seng de Hong Kong ha logrado resistir a la desaceleración general de las bolsas en la región Asia-Pacífico y ha ganado un 1,82%, mientras que el CSI 300 de China continental ha subido un 0,8%.
Y es que en el resto de mercados se ha impuesto el rojo. El Kospi de Corea del Sur ha perdido un 0,77% y ha acabado en 2.659,84 puntos, mientras que el Kosdaq de pequeña capitalización ha subido un 0,31% para finalizar en 875,93 enteros. En Australia, el S&P/ASX 200 ha comenzado la semana con una caída del 1,82% hasta los 7.704,2, retrocediendo desde su máximo histórico y rompiendo la racha ganadora de tres días que venía registrando.