El repunte del IPC estadounidense conocido hoy no debería alterar los planes de la Reserva Federal en su ciclo de reducción de tipos de interés, o así lo ven los analistas de Oxford Economics, que siguen anticipando un nuevo recorte en la reunión de la próxima semana y una pausa en el cónclave de enero.
"Seguimos cómodos con nuestro pronóstico de que la Reserva Federal recortará las tasas de interés en diciembre y luego hará una pausa en enero. La Reserva Federal sabe que la inflación aumentará a principios del próximo año debido a la estacionalidad residual y los llamados efectos de base", detallan.
El IPC de EEUU ha mostrado un repunte hasta el 2,7% en tasa interanual para el índice general en noviembre, lo que supone un incremento de una décima desde el nivel de octubre, mientras que la tasa subyacente se ha mantenido sin cambios en el 3,3%.
En la firma de análisis advierten de que "todavía hay riesgos de que el banco central haga una pausa más larga" de lo que anticipan, "particularmente si la administración Trump implementa aranceles antes de lo que pensamos y/o continúa con deportaciones a gran escala".
"Ambos ejercerían cierta presión al alza sobre la inflación. Actualmente tenemos tres recortes de tipos de 25 puntos básicos el próximo año, pero aumentan las probabilidades de que el banco central recorte menos", añaden.
De cara al cónclave de la próxima semana, el mercado espera un nuevo recorte de 25 pb con una probabilidad del 96,4%, lo que supondría la tercera bajada del actual ciclo de flexibilización.
En lo que respecta a las perspectivas para los precios, en Oxford aseguran que "hay numerosas razones por las que es poco probable que la inflación vuelva a asomar su fea cara, aunque existen preocupaciones de otra ola".
"El mercado laboral no es inflacionario, ya que está más o menos equilibrado y el crecimiento de los salarios nominales es consistente con el objetivo de inflación de la Reserva Federal. Además, un crecimiento tendencial sólido de la productividad es desinflacionario", manifiestan.