El reporte de inflación de diciembre en Estados Unidos dejó un anticipado repunte de dos décimas en la tasa general, que se ha ubicado en el 2,9%, aunque también ha deparado una noticia positiva para los mercados, en forma de una inesperada caída del IPC subyacente, uno de los indicadores más seguidos por la Reserva Federal a la hora de tomar sus decisiones de política monetaria.
Los analistas de Oxford Economics consideran que este descenso de la inflación subyacente es "música para los oídos de la Fed y del mercado". Y llega en un momento de preocupación por la última subida del rendimiento de los bonos estadounidenses y por un posible repunte de la inflación provocado por las políticas de Donald Trump, que el próximo lunes iniciará su segundo mandato como presidente de EEUU.
Además, su previsión a futuro es positiva, ya que esperan "más buenas noticias sobre la inflación en los próximos meses, ya que la estacionalidad residual no será tan potente como el año pasado y los efectos de base ejercerán presión a la baja sobre el crecimiento interanual tanto del IPC general como del subyacente".
"El IPC de diciembre no modifica nuestra percepción de que la inflación va a bajar en los próximos meses ni la trayectoria de la política monetaria. Es una apuesta segura que la Reserva Federal no va a recortar los tipos de interés en enero, pero el resultado de la reunión de marzo del Comité Federal de Mercado Abierto está en el aire y se reducirá a los próximos datos sobre el mercado laboral, la inflación, y la percepción de la Reserva Federal sobre si los recortes de tasas son críticos para gestionar el riesgo a la baja para la economía, particularmente el mercado laboral", explican.
El mercado descuenta con una probabilidad del 97% que la Fed realizará una pausa en la reunión de este mes, según la herramienta FedWatch de CME, mientras el foco se desplaza a los cónclaves de lo que resta de año, después de que en diciembre el banco central revisara a la baja su previsión de recortes para 2025, que ahora proyecta bajadas de 50 puntos básicos a lo largo del curso, la mitad de lo esperado en septiembre.
Las previsiones de Oxford son más agresivas que las expresadas por la Fed, ya que la firma británica mantiene su pronóstico de tres recortes de tasas de 25 puntos básicos este año, aunque reconocen que "los riesgos se inclinan hacia menos".
Sin embargo, aseguran que su evaluación subjetiva de los riesgos "podría cambiar rápidamente" a medida que obtengan "nuevos datos sobre el mercado laboral y la inflación a principios de este año".
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"Los resultados de la banca USA y el IPC de EEUU aumentan el apetito por los activos de riesgo""Aún así, es difícil tener una convicción firme sobre el momento de los recortes (creemos que el próximo será en marzo) porque el mercado laboral ha mejorado y la inflación probablemente disminuirá a principios de este año. Los recortes de tasas siguen siendo probables, pero en última instancia la decisión podría estar determinada por si la Fed cree que son fundamentales para gestionar los riesgos a la baja para la economía", detallan.
La caída del IPC subyacente del miércoles llega un día después de que los precios de producción dejaran otra sorpresa positiva con una lectura por debajo de lo esperado, y en Oxford utilizan estos datos para obtener "una buena idea del deflactor PCE, la medida de inflación preferida de la Reserva Federal".
"Nuestra estimación de seguimiento para el deflactor general del PCE es del 0,22% intermensual en diciembre, lo que lo dejaría con un aumento del 2,5% interanual. El deflactor PCE subyacente registraría un aumento intermensual del 0,12% en diciembre, lo que supone un aumento interanual del 2,8%", comentan.
EL MERCADO LABORAL RESISTE
Si la inflación da muestras de un descenso sostenido, aunque todavía por encima del objetivo del 2% interanual, el banco central puede poner más atención en la otra parte de su mandato dual: el mercado laboral. Los últimos datos de empleo también sorprendieron al alza con la creación de 256.000 puestos de trabajo en diciembre, mientras en la firma británica de análisis minimizan los efectos inflacionarios que pueda tener.
"La falta de evidencia de que la inflación de los servicios básicos se esté acelerando debería fortalecer la convicción de la Reserva Federal de que el mercado laboral no es inflacionario. Esto es consistente con nuestra opinión de que el crecimiento de los salarios nominales, que se acerca al 4%, es consistente con el objetivo de inflación de la Reserva Federal", aseguran.
OPTIMISMO PARA ESTE AÑO
Para Quasar Elizundia, estratega de investigación en Pepperstone, "la caída de la inflación subyacente alimenta el optimismo del mercado para 2025".
"Los datos de inflación de diciembre en Estados Unidos presentaron un panorama mixto, pero con un matiz que los mercados han optado por interpretar con optimismo. Después de una semana anterior en la que unos datos económicos sólidos enfriaron las expectativas de recortes de tipos en 2025, las cifras recién publicadas ofrecen un alivio bienvenido", valora.
Esta caída inesperada de la inflación subyacente, continúa, "es una señal alentadora, que sugiere que las presiones inflacionarias podrían estar disminuyendo más rápido de lo previsto". Además, sumado a un IPP moderado, "refuerza la narrativa de que la Reserva Federal podría tener margen para adoptar una postura más acomodaticia en su política monetaria en el futuro".
"Si bien es prematuro cantar victoria, los datos de hoy ofrecen una perspectiva más optimista sobre la trayectoria de la inflación. Es crucial monitorear de cerca los datos económicos y las reacciones del mercado a medida que evoluciona la situación de la inflación, particularmente bajo el liderazgo de la nueva administración de Donald Trump", concluye.