Los inversores en bonos están apostando contra Trump y su último órdago. El presidente de Estados Unidos volvió a sacudir los mercados el domingo reavivando la guerra comercial con China. Las bolsas reaccionaron con pronunciadas caídas… y, el mercado de bonos, refleja que el inversor no se toma en serio el resurgir del conflicto, lo que volverá a reflotar su rentabilidad.
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La prima de riesgo española cae a mínimos de nueve mesesSegún ‘Bloomberg’, los inversores están comprando opciones ‘put’ (aquellas que anticipan la caída de un valor) del Bund alemán, uno de los productos más seguros del mundo financiero que suele considerarse activo refugio.
La demanda se está concentrando especialmente en Asia, lo que hace pensar que en una de las regiones más expuestas a la guerra comercial no se creen que haya conflicto arancelario para rato.
En lo que va de año, la rentabilidad del bono acumula precisamente caídas atenazado por los temores comerciales y la posibilidad de una nueva recesión económica en el horizonte.
“El mercado es optimista y espera que China y EEUU recapaciten y sellen un acuerdo”, apunta Peter Chatwell, de Mizuho International Plc. “Si se trata de un juego especulativo, deberíamos ver un acuerdo entre ambos países y una sólido dato de inflación estadounidense a finales de semana para que tengan éxito”, apostilla.
Precisamente, el Bund ha registrado un rally este martes después de que la Comisión Europea recortase sus previsiones de crecimiento para la Eurozona en 2019, del 1,3% inicial al 1,2% actual. De esta forma, la rentabilidad del bono alemán ha caído a su nivel más bajo en el último mes.
¿HABRÁ PACTO COMERCIAL CHINA-EEUU?
Pekín mantiene su hoja de ruta. Liu He viajará a Washington esta semana liderando la delegación china para proseguir las negociaciones comerciales con EEUU desoyendo las nuevas amenazas de Trump.
Las reuniones entre las dos mayores economías del mundo tendrán lugar el jueves y el viernes. El objetivo del gigante asiático es que EEUU recule y,finalmente, no eleve del 10% al 25% los aranceles de 200.000 millones de dólares sobre importaciones chinas. El propio secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, ha dejado una puerta abierta a reconsiderar los impuestos si las conversaciones se encarrilan de nuevo.