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El hecho de que el Banco Central Europeo (BCE) recorte los tipos de interés en la próxima reunión de octubre gana adeptos. Más aún después de conocerse el último dato de inflación de la eurozona, que sitúa el Índice de Precios de Consumo (IPC) por debajo del objetivo del 2%. Sin embargo, los analistas creen que la decisión sobre si recortar o no "sigue siendo muy delicada".

En septiembre, según la estimación adelantada de Eurostat, los precios se relajaron en la zona euro y la inflación volvió a niveles de 2021 al caer hasta el 1,8%.

"El hecho de que la inflación de la eurozona haya caído por debajo del 2% en septiembre significa que creemos que es ligeramente más probable que el BCE proceda a recortar los tipos en la reunión de octubre. Pero como la inflación de los servicios se mantiene obstinadamente alta, la decisión de recortar o mantener los tipos es muy delicada", expresan en Oxford Economics.

De hecho, los servicios vuelven a registrar la tasa anual más alta al encarecerse un 4%, pese a ser una décima menos que en el mes anterior. "Ahora que la desinflación de los bienes básicos probablemente haya llegado a su fin, es esencial seguir avanzando en la reducción de la inflación de los servicios para reducir la inflación básica. Si bien la inflación de los servicios se moderó, fue una caída marginal y todavía ronda muy por encima de los niveles que el BCE considera coherentes con su mandato de inflación a medio plazo", añaden.

"Es difícil ignorar la inflación por debajo de lo esperado y las perspectivas de crecimiento vacilantes, pero el BCE sigue haciendo hincapié en la necesidad de reducir las presiones salariales subyacentes, ya que son esenciales para reducir la inflación de los servicios", comentan los expertos, que consideran que las bajas cifras de inflación nacional y las pobres cifras de las encuestas de crecimiento han llevado a los mercados a descontar un recorte de tipos de 25 puntos básicos para la reunión de octubre.

En general, opinan que el BCE "puede encontrar una mayoría para recortar, dadas las perspectivas de crecimiento vacilantes que deberían socavar aún más el poder de fijación de precios de las empresas, mientras que los signos más fuertes de un deterioro del mercado laboral ofrecen esperanzas de que el crecimiento salarial debería seguir moderándose".

En ING opinan que, en vista de que la inflación básica está cayendo lentamente en este momento, parece que el objetivo del 2% a medio plazo es alcanzable. Para ellos, la pregunta ahora es con qué rapidez quiere el organismo volver a llevar los tipos de interés a un nivel neutral, puesto que "el BCE parece bastante convencido de que la inflación va en camino de alcanzar el 2%".

"Ahora que el crecimiento está bajo presión, parece que la puerta está abierta para que el BCE actúe más rápido. Si bien no parece un acuerdo cerrado, sí que pone en juego la reunión de octubre para un posible aumento de la flexibilización", aseguran.

Las cifras de inflación de septiembre "confirman gran parte de lo que ya sospechábamos. La ralentización de la economía se está traduciendo en fuerzas desinflacionistas, con precios ligeramente más bajos de un mes a otro. La única posible señal de alarma continúa siendo la inflación de los servicios, que se mantiene en torno al 4%", apuntan en JP Morgan Banca Privada.

A su parecer, el BCE podría dar el sí en octubre: "Desde su última reunión, los responsables del BCE han expresado su confianza en la reducción de la inflación. Empieza a parecer que se preparan para un ritmo de recortes más rápido que la cadencia trimestral comunicada hasta la fecha".

Lo mismo ven en Pepperstone. "Las cifras preliminares del IPC de la eurozona de septiembre consolidan la probabilidad de que el BCE aplique un segundo recorte consecutivo de 25 puntos básicos en la próxima reunión de política monetaria este mes", afirman. Y creen que, aunque la inflación de los servicios sigue siendo elevada, "parece poco probable que permita que esto le disuada de aplicar otro recorte en pocas semanas".

"Todo apunta a que apretará el gatillo para aplicar otro recorte de tipos, apenas cinco semanas después de la reunión de política monetaria anterior. Si bien sigue siendo poco probable que las autoridades se comprometan de antemano con una determinada senda de política monetaria, la aplicación de recortes consecutivos, probablemente seguidos de un tercer recorte consecutivo en diciembre, aumenta la probabilidad de que el BCE recorte a una cadencia regular de 25 puntos básicos a partir de ahora, hasta que el tipo de depósito vuelva a un nivel neutral, en torno al 2%, a principios del próximo verano", exponen.

Hay que recordar que, según las últimas proyecciones del BCE, la inflación general media será del 2,5% en 2024, del 2,2% en 2025 y del 1,9% en 2026. En cuanto a la inflación subyacente, las previsiones son del 2,9% este año, el 2,3% en 2025 y el 2% en 2026.

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