Los mercados parecen descontar que la economía mundial logrará un 'aterrizaje suave' y podrá evitar la tan temida recesión, aunque los expertos no las tienen todas consigo. Por ejemplo, desde Bank of America (BofA) han alertado de que la bolsa sufrirá graves consecuencias si sus pronósticos se cumplen y la economía no puede sostenerse ante los vientos en contra a los que se enfrenta. "Es improbable que evite una caída importante si hay recesión", dice el banco estadounidense.
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El mercado cree en el 'aterrizaje suave', pero "la probabilidad de recesión sigue presente"En uno de los últimos informes de la entidad, sus expertos rebajan las expectativas y los ánimos de los inversores, que parecen confiar ciegamente en las capacidades de la bolsa para superar la recesión, si es que llega a producirse, sobre todo si la desaceleración es breve y poco profunda y va acompañada de la relajación de la Reserva Federal estadounidense (Fed).
Esta última cuestión parece cada vez más difícil, a tenor de las últimas cifras de empleo dadas a conocer por EEUU. Y es que en el mes de enero la contratación se disparó y se crearon 517.000 puestos de trabajo, un dato que mejoró por mucho la previsión del consenso, que anticipaba 185.000, y que además supuso un fuerte incremento desde los 260.000 nuevos empleos de diciembre.
La fortaleza del mercado laboral complica que la Fed vaya a pausar las subidas de tipos o incluso a rebajar el precio del dinero, como anticipaba el mercado, este año. Y si la Reserva Federal mantiene los tipos altos, a EEUU se será más difícil sortear la recesión y lograr el ansiado 'aterrizaje suave' que descuentan los inversores, que según el banco pueden verse "defraudados".
Y es que aunque las esperanzas de un aterrizaje suave de la economía mundial han aumentado gracias al sólido y continuado crecimiento de la producción, la recuperación de los índices PMI de la zona euro y de EEUU, la reapertura de China, la relajación de la inflación y la desaparición de la crisis energética europea, "los riesgos de recesión siguen siendo elevados, ya que el agresivo endurecimiento monetario del año pasado está empezando a pesar en la economía con su habitual retraso", avisan.
Por eso desde BofA llaman a la cautela. "Si el endurecimiento monetario observado durante el pasado año lleva realmente a EEUU a entrar en recesión, creemos que es improbable que el mercado evite una caída importante", apuntan los analistas del banco.
¿Y por qué? Muy sencillo, porque tal y como dicen eso tendría consecuencias. En concreto, destacan, ello provocaría:
1. Rebajas significativas del BPA. Sus proyecciones macro ya implican casi un 20% de caída del beneficio por acción.
2. Una ampliación de la prima de riesgo de la renta variable, lo que definen como "un corolario fiable del debilitamiento del crecimiento".
"Esperamos que este doble lastre se vea compensado solo en parte por el impulso de la caída de los rendimientos reales de los bonos (es decir, el tipo de descuento para la renta variable) ante la creciente moderación del banco central", remarcan estos expertos.
E inciden en que para que los mercados simplemente 'miren a través' de una recesión, tendrían que ocurrir varias cosas. Por un lado, debería haber "un entorno de crecimiento débil sin fuertes rebajas de los beneficios por acción ni repuntes de las primas de riesgo", o bien producirse "un desplome de los rendimientos reales de los bonos que compense por completo el lastre de unos beneficios por acción más bajos y una prima de riesgo más alta".
Estas, apuntan, son dos situaciones que "consideramos improbables", y en consecuencia esperan que la próxima recesión "se traduzca en una caída del 20% para el Stoxx 600, hasta 365 puntos en el segundo trimestre".
"Mantenemos una posición negativa sobre la renta variable europea", destacan los analistas de BofA, que siguen 'infraponderando' los valores cíclicos frente a los defensivos y los de valor frente a los de crecimiento. "Nuestra previsión de una fuerte pérdida de impulso del crecimiento, el descenso de los rendimientos de los bonos y la ampliación de los diferenciales de crédito es coherente con un rendimiento inferior del 15% o más para los valores cíclicos europeos frente a los defensivos y del 10% para los de valor frente a los de crecimiento", justifican.
Por sectores, sus favoritos, y por eso aconsejan 'sobreponderar', son alimentación y bebidas y farmacia, mientras que los que recomiendan 'infraponderar' son bancos y automóviles.