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Las bolsas europeas han rebotado con fuerza y han dejado atrás las pérdidas después de calmarse la incertidumbre sobre la recesión que ha dominado la operativa durante las últimas jornadas (Cac: +1,2%; Dax: +1,2%; Ftse 100: +0,7%; FTSE Mib: +1,4%). El Ibex ha subido un 1,78% este viernes, su mejor jornada desde febrero y cierra por encima de 8.600 puntos, pero en la semana se ha dejado un 1%. Y son tres seguidas de caídas.

En el selectivo, solo dos valores han cerrado con ligeros recortes. Colonial (-0,2%) y Repsol (-0,04%). Mientras que Sabadell (+5,97%) y Mediaset (5,2%) han liderado las subidas. Las alzas de esta jornada han llegado gracias a las palabras del Banco Central Europeo (BCE), que este jueves confirmó estar preparando un "paquete muy fuerte" de estímulos para la reunión de septiembre.

El BCE se está rearmando de cara a la posible recesión y empeoramiento de la economía, aunque algunos expertos consideran que ni aún así podrá evitar las consecuencias de lo que está por venir. Son los analistas de BlackRock los que piensan así, ya que en su último informe señalan que ni el organismo presidido por Mario Draghi ni la Reserva Federal (Fed) que lidera Jerome Powell tendrán espacio suficiente para responder porque el canal de las medidas de política monetaria "está casi agotado".

Hay que recordar que los parqués del Viejo Continente llevan días en negativo, y para el Ibex la situación ha sido más que complicada, ya que esta semana ha borrado sus ganancias anuales. No obstante, hoy el selectivo español recupera el nivel de cierre de 2018 y el resto de bolsas se recuperan apoyándose en las palabras del gobernador del Banco de Finlandia, Olli Rehn, sobre las medidas que preparan el BCE, de forma que parecen querer acabar la semana con subidas. En Asia, por su parte, las bolsas han cerrado con tono mixto este viernes. El índice MSCI, ha caído un 0,7%, mientras que el Nikkei japonés ha acabado plano, aunque en verde. El índice Hang Seng de Hong Kong ha subido un 0,8%.

Y todo en medio del fin de la tregua comercial que habían sellado EEUU y China. Pekín advirtió de que tomaría medidas para responder al anuncio de aranceles del 10% de la administración Trump, y el presidente estadounidense no tardó en salir al paso, asegurando que cualquier acuerdo entre ambas potencias, si se producía, tenía que hacerse en términos estadounidenses. Es decir, según las líneas que marque Washington. Lo que todos se preguntan ahora es quién 'disparará' primero.

Aunque las dudas de los inversores no se han disipado del todo, ya que en el sentimiento aún perdura el recelo que provocó el miércoles la inversión de la curva de tipos en EEUU, un movimiento que el mercado considera como señal de una recesión inminente (de hecho, así ha ocurrido en siete ocasiones). Por eso la operativa dependerá, y mucho, de lo que hagan los rendimientos del Tesoro estadounidense, sobre todo después de que este jueves la rentabilidad de los bonos a 30 años cayeran a mínimos históricos, por debajo del 2%, mientras que la rentabilidad de los bonos de referencia a 10 años tocaron un mínimo de tres años. En los últimos días el movimiento más repetido entre los inversores es el de comprar en masa a activos refugio.

El plano macroeconómico ha llegado este viernes bastante calmado, ya que solo se ha conocido la balanza comercial de junio de la Eurozona, que se ha visto golpeada por la desaceleración de las exportaciones, aunque la tendencia parece estable, y en el mercado americano se han publicado los datos de inicios de viviendas en julio de EEUU (la construcción cayó un 4%, aunque los permisos subieron un 8,4%) y, posteriormente, la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan de agosto.

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