Las bolsas europeas se han desinflado después de que Wall Street se pasara a los números rojos. Unos datos macro peor de lo esperado en ambos lados del Atlánico y las actas de los bancos centrales han terminado de arrastrar a los índices del Viejo Continente. Y eso, con las miradas puestas en Jackson Hole.

El Ibex, que se había desmarcado con importantes subidas (del 1%), ha cerrado con un tímido avance gracias a la banca (+0,17%) y ha mantenido los 8.700 puntos. Mientras el resto de selectivos han acabado en rojo (Cac: -0,87%; Ftse 100: -1%; Ftse Mib: -0,1%; Dax -0,5%).

Cuando parecía que las aguas estaban algo más calmadas, la nueva inversión (aunque breve) de la curva de tipos en EEUU este miércoles, tras la publicación de las actas de la Reserva Federal (Fed), ha disparado de nuevo las alarmas de recesión. Mientras el BCE alerta de que los signos de desaceleración económica son claros y que, incluso, el crecimiento será aún más débil de lo que se pensaba

Mientras que los datos del PMI de Alemania han sido peor de lo esperado. Los inversores esperan más ansiosos que nunca que los banqueros centrales den nuevas pistas en Jackson Hole.

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En el Ibex, los valores han ido pasándose poco a poco al rojo, aunque la banca ha mantenido su rebote y eso que HSBC le ha rebajado el precio. Aunque el mejor valor del selectivo ha sido Mediaset (+3,55%). En el lado contrario, mencionar las caídas de Cellnex (-2,4%).

Los datos del PMI de la Eurozona han confirmado que la desaceleración económica continúa. De hecho, en Alemania los datos traen de nuevo amenazas de contracción económica.

Entre tanto, los inversores han conocido las actas del Banco Central Europeo (BCE). La institución alerta de que los signos de desaceleración económica son claros y que, incluso, el crecimiento será aún más débil de lo que se pensaba. Y el organismo cree que la mejor forma para combatirla puede ser un paquete de medidas. La próxima reunión tendrá lugar el 12 de septiembre.

Ahora, la Fed y el BCE llegan a Jackson Hole, que se celebra cada año en Wyoming, más presionados que nunca. El mercado espera que anuncien los plazos para las bajadas de tipos que ya se descuentan y que también den cuenta de otras medidas para sostener la economía.

LA CURVA DE TIPOS, OTRA VEZ...

La situación es delicada. La curva de tipos entre los bonos estadounidenses a 2 y 10 años volvió a invertirse este miércoles, la segunda vez en dos semanas. Primero se aplanó, y luego se invirtió brevemente tras la publicación de las actas de la última reunión de la Fed, la del mes de julio.

Los expertos ya habían alertado de que estos documentos, y las posturas reflejadas en los mismos por los miembros del Comité del Mercado Abierto (FOMC) -estaban deseosos de reiterar que el último recorte de tipos fue un ajuste a mitad de ciclo, lo que provocó el temor de que la Reserva Federal no actuara con la suficiente agresividad-, estarían totalmente desfasados, teniendo en cuenta lo ocurrido en los últimos días. Y sin embargo, afectaron al mercado.

La inversión de la curva de tipos es una anomalía que supone que el Tesoro paga más por la deuda a corto plazo que por la de largo plazo, y que muchos interpretan como termómetro para predecir una posible recesión, que suele producirse 22 meses después. Con este escenario, las presiones a los bancos centrales no dejan de aumentar. Sobre todo a la Fed, de mano del presidente de EEUU, Donald Trump.

La última bala que ha lanzado el republicano a Jerome Powell ha sido la de comparar los intereses de los bonos de Alemania con los de Estados Unidos para presionar a la Fed con una bajada de tipos. Por ello, los inversores buscarán en Jackson Hole cualquier pista de nuevos estímulos, sobre todo en la figura de Powell, que hablará este viernes (la cita se celebra entre el 22 y el 24 de agosto).

Y volviendo a Europa, el Brexit vuelve a estar en el punto de mira. Este miércoles la canciller alemana Angela Merkel se reunió con el primer ministro británico, Boris Johnson, quien le pidió renegociar el acuerdo del Brexit para eliminar la salvaguarda de la frontera irlandesa. La líder germana le instó a presentar a Bruselas una nueva propuesta en el plazo de 30 días, aunque en la UE no parecen dispuestos a negociar los términos del acuerdo. Johnson, por su parte, insiste en que Reino Unido abandonará el club europeo sea como sea el próximo 31 de octubre. Este jueves el 'primer' ha viajado a Francia para verse con el presidente Emmanuel Macron., que no se ha mostrado igual de indulgente que Merkel. De hecho, el dirigente galo ha dejado claro que la salvaguarda para Irlanda es indispensable para el mercado único.

Además, la política italiana sigue estando en el punto de mira después de que el principal partido de la oposición italiana, el Partido Demócrata (PD), haya confirmado que está dispuesto a mantener conversaciones con el Movimiento 5 Estrellas (M5S) para la formación de un gobierno alternativo tras el colapso de la anterior coalición populista del M5S la Liga Norte. Hoy el presidente Sergio Mattarella continúa con la ronda de contactos.

Este jueves las bolsas asiáticas han cerrado mixtas por las dudas sobre la Fed y después de que la actividad manufacturera japonesa se contrajera por cuarto mes consecutivo. El índice Hang Seng de Hong Kong ha liderado las pérdidas, al acabar la sesión con un descenso del 0,98%.

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