Los mercados están ante un punto de inflexión. Así lo asegura Raoul Pal. Este gurú fue uno de los pocos que predijo y salió ganando con la crisis financiera mundial de 2008. Ahora, afirma que "las bolsas están al borde del precipicio". ¿Qué destino aguarda a los parqués?
Todos los caminos conducen al dólar. El billete verde es señalado como el síntoma más claro del elevado estrés que afronta el sistema económico. Una tensión que puede acabar liberando en forma de una crisis como la de 2008.
Noticia relacionada
"Estamos ante el momento más frágil de los mercados financieros globales desde la crisis de la Eurozona de 2012 y, potencialmente, desde los inicios de la crisis del 2008", asevera Pal durante una entrevista concedida a 'MarketWatch'.
¿Qué dice el dólar? La divisa estadounidense coquetea con sus máximos de 2002, según los últimos datos recogidos por la Fed de St. Louis. El destino de los mercados pasa ahora por ese conflicto entre las monedas más fuertes. Según el último informe de Bank of America Merril Lynch, "son el centro de atención ante la escalada de la tensión comercial".
La guerra de divisas es la causante del "mal humor" que domina el mercado. Así lo apunta Pal, recordando que se trata del que más dinero mueve de todos (5,1 billones de dólares en todo el mundo). Por eso "el billete verde es el mayor termómetro de la economía global", apostilla.
¿DÓNDE ME REFUGIO AHORA?
La crisis va a llegar. Eso está claro. "Las cíclicas están viniéndose abajo por lo que una recesión es cada vez más probable", sostiene Pal. Pero, ¿ahora dónde meto mi dinero? Este gurú recurre a los activos refugio más populares como el oro y el petróleo, especialmente al metal precioso. Las apuestas por este han aumentado en las últimas sesiones ante la creciente expectativa de que la Fed siga bajando los tipos.
El dólar y los bonos son otras apuestas seguras para protegerse ante escenarios inseguros. Y el Bitcoin. Pal sorprende al señalar a la criptodivisa como un activo refugio más pese a que históricamente se le ha asociado con la alta volatilidad y la poca fiabilidad.
