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El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, ha reclamado que se impulsen las reformas estructurales y las políticas fiscales necesarias para poder restablecer una situación de tipos normales, ya que considera que los efectos colaterales adversos del mantenimiento de los tipos negativos en el momento actual "superan a sus hipotéticos beneficios".
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Así lo ha puesto de manifiesto durante su intervención en el desayuno informativo Fórum Europa celebrado este martes en Madrid, en el que, aunque ha reconocido que los tipos de interés negativos han ayudado a estabilizar la situación económica durante la crisis financiera, ha asegurado que el margen de la política monetaria "está agotado" y el estímulo adicional que puede ofrecer es "escasísimo", pues lo que frena la inversión no son los tipos, sino la incertidumbre geopolítica.
"Es el mundo al revés: el deudor cobra intereses y el prestamista los paga. Hemos llegado a este punto porque la zona euro ha exprimido al máximo la política monetaria, la ausencia de una autoridad fiscal europea que complemente la política monetaria ha obligado a esta última a realizar unos esfuerzos extraordinarios", ha explicado.
De hecho, Gual ha asegurado que muchas familias pueden responder a un tipo más bajo aumentando el ahorro y gastando menos, lo que puede tener un efecto contractivo en la economía.
Asimismo, ha advertido de que esto podría provocar la búsqueda de rentabilidades ligadas a "una mayor asunción de riesgos y poniendo en cuestión la sostenibilidad financiera". Preguntado por si los bancos españoles empezarán a cobrar a los pequeños ahorradores por los depósitos "en 2020", Gual se ha limitado a negarlo.
En este contexto, el presidente de CaixaBank ha insistido en que la banca debe adaptar su modelo de negocio y estructura de costes, "sin dejar de remar ni un solo instante", al tiempo que la política fiscal debe "asumir su rol" y ponerse en marcha reformas estructurales.
"Es urgente diseñar una estrategia de salida que evite la cronificación de esta situación de tipos negativos; es necesario replantear aspectos del marco de actuación de la política monetaria y es conveniente otorgar un mayor peso en las decisiones de política monetaria a las consideraciones relativas a la situación financiera, además de a los objetivos de inflación: no deberíamos intentar alcanzar el objetivo de inflación del 2% a cualquier precio", ha apostillado el directivo.
PIDE UNA CARGA IMPOSITIVA EQUILIBRADA ENTRE SECTORES
En cuanto a la posibilidad de que el próximo Gobierno imponga un impuesto a la banca o la denominada 'tasa Tobin', el presidente de CaixaBank ha destacado la importancia de que la política fiscal "sea prudente", tenga en cuenta el tejido productivo y la carga impositiva se reparta de manera equilibrada entre todos los sectores.
"Creo que la banca contribuye de forma significativa a los presupuestos nacionales y que debe mantenerse ese grado de armonía para que sean todos los sectores económicos los que contribuyan al presupuesto. Es importantísimo que en el sector público se mantenga el equilibrio presupuestario entre impuestos y gastos", ha sostenido.
EL RETO DE LAS BIGTECH
Durante su intervención, Gual ha apuntado como uno de los principales retos del sector bancario a la irrupción de nuevos operadores en el contexto tecnológico, que tratan de mejorar la experiencia del cliente con menores costes, al no depender de oficinas o personal y estar dispuestos a "perder dinero durante bastante tiempo".
En este escenario, ha señalado que el negocio fintech tiene la dificultad de contar con "un elevadísimo coste de adquisición de clientes", por lo que están enfocando su estrategia en la colaboración con el sector tradicional, lo que conviene a ambas partes.
Sin embargo, los grandes gigantes tecnológicos como Google, Facebook, Amazon y Apple cuentan con la capacidad de extraer valor de los datos, por lo que considera que para mantener un terreno de juego equilibrado las autoridades regulatorias deberían exigirles la misma seguridad que a la industria financiera, es decir, la no provisión de los datos a terceros y la no utilización de los mismos para aumentar los ingresos por publicidad.
En este sentido, la ventaja competitiva de la banca es el uso responsable de los datos. "La banca ha de poner en valor su modelo de negocio, basado en que la entidad financiera es el garante natural de la privacidad de los datos de sus clientes. El negocio de los bancos no es vender datos ni generar ingresos por publicidad", ha apostillado el presidente de CaixaBank.
Además, considera que el sector privado debe contribuir a reforzar la confianza de los clientes no solo ofreciendo buenos productos y servicios, sino preocupándose también por los grandes retos sociales y actuando de forma socialmente responsable.
En esta línea también se ha pronunciado al inicio del evento el presidente del Financial Stability Institute, Fernando Restoy, quien ha puesto de manifiesto que la calidad de la gestión de los bancos se mide cada vez más a través de ratios distintos de la cifra de beneficio.
Restoy ha destacado la importancia de lograr y mantener la confianza de los clientes en el nuevo contexto tecnológico, que depende de la capacidad de ofrecer nuevos servicios para unos consumidores cada vez más sofisticados que cuentan con mayor número de opciones dentro y fuera del sector bancario.
Estos clientes exigen a los gestores bancarios una conexión suficiente con las normas sociales, lo que requiere "abrazar el principio de responsabilidad social".