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La renta variable europea se puede beneficiar del giro 'hawkish' del BCE. Reuters

Enero ha sido el mes de la inflación, de los datos macroeconómicos clave en una situación débil y del giro de los bancos centrales. Este cóctel tenía, en un principio, todas las papeletas para derivar en un resultado negativo para la renta variable en general. Sin embargo, los resultados empresariales han logrado frenar esa posible sangría. Asimismo, el endurecimiento de las políticas monetarias puede beneficiar incluso a las bolsas de Europa.

Y es que según Morgan Stanley, en lo que se lleva publicado hasta el momento en cuanto a los resultados empresariales, se ve una amplitud de ventas récord, una mejora en los beneficios en el 50% de las compañías que han rendido cuentas, unos beneficios agregados que superan las expectativas y con los títulos de crecimiento reportando unas ganancias más sólidas.

Esto, sin embargo, no ha tenido una traslación directa a la bolsa. Las acciones ‘value’ han retrocedido un 0,8% de media el primer día tras presentar resultados, mientras que las caídas en el caso de los títulos de crecimiento, que han registrado mayores beneficios, han sido del 3,7%. En esto influyen los factores macroeconómicos, que en el último mes han tenido un gran peso sobre la renta variable y el euro.

Los datos récord de la inflación en 2021, que subió al 5% en la zona euro, se vieron aupados por la subida de los precios de la energía, un 26% superior al 2020, y por los alimentos, el alcohol y el tabaco, cuyo incremento fue del 3,2%.

Asimismo, la expansión de Ómicron se dejó notar en el último trimestre de 2021, con la ralentización del crecimiento de la economía tanto de la Unión Europea como de la zona euro, que se situó en el 5,2%.

Por otro lado, el Banco Central Europeo (BCE) no hizo cambios respecto a su política en la primera reunión del año, pero Christine Lagarde, su presidenta, no confirmó que no se fueran a subir los tipos a lo largo de 2022. Esto tuvo su traslado inmediato al mercado, con los bancos descontando estas declaraciones y liderando los parqués, como en el caso del Ibex.

“Si bien el BCE se mostró sorprendentemente agresivo esta semana, eso es probablemente algo bueno para el euro, los bancos europeos e incluso la renta variable europea en general. Las acciones europeas han tendido a hacerlo mejor cuando el euro ha subido, quizás porque estos entornos tienden a reflejar una mayor fortaleza económica relativa y "normalidad"”, comenta Andrew Sheets, estratega de la entidad.

LAS VALORACIONES DE LA UE Y REINO UNIDO, MÁS BAJAS

En este sentido, apunta a que las valoraciones también importan, puesto que en el caso de Europa y Reino Unido la renta variable está en niveles más bajos que hace cinco años. Esta situación es parecida a la de Japón, Brasil y Corea, lo que sugiere un menor riesgo a medida que se revierta la Flexibilización cuantitativa (Quantitative Easing, en inglés).

De hecho, los estrategas de Morgan Stanley esperan que en el primer trimestre de 2022 se registren los mayores riesgos para las estimaciones de crecimiento, los valores más altos de inflación y la mayor concentración de riesgos geopolíticos, con el conflicto de Ucrania todavía coleando. Asimismo, de cara a la segunda mitad del año, se producirá una reducción récord de los balances de los bancos centrales. De hecho, calculan que de mayo de 2022 a mayo de 2023 el conjunto de países del G4 recortarán en 2 billones de dólares sus tenencias de activos, cuatro veces más que la mayor reducción de la historia, la de 2018-2019.

A esto hay que sumar que mientras la inflación está muy alta, el desempleo está en niveles muy bajos. “A menudo se escucha que los bancos centrales proporcionan a los mercados un respaldo, o ‘put’, dado su deseo de evitar el endurecimiento de las condiciones financieras. Pero los bancos centrales tienen ahora que equilibrar esta preocupación con sus mandatos básicos”, sostiene Sheets.

Por todo ello, y pese a la mejor situación de algunos mercados como los del Viejo Continente, Sheets se muestra “cauteloso con respecto a la duración y a los productos de diferencial con calificación IG, ya que creemos que ambos son muy sensibles a estos cambios de política, con más incertidumbre sobre dónde está el "valor justo" sin la generosidad de los bancos centrales”.

Ante todo este contexto, las divisas se han depreciado frente al dólar, por lo que los estrategas de Morgan Stanley han elevado recientemente el nivel de las mismas en los mercados emergentes a ‘neutral’. En cuanto a las materias primas, siguen prefiriendo el petróleo al oro, a través de los contratos de un año.

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