El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado este miércoles sobre las posibles consecuencias que pueden generar la fragmentación y la geopolítica, a las que ve como "serias amenazas" para la estabilidad financiera, mientras las presiones en este campo se encuentran en aumento de la mano de los "vínculos tensos entre Estados Unidos y China, y la invasión de Ucrania por parte de Rusia".
"La fragmentación financiera tiene implicaciones importantes para la estabilidad financiera global al afectar la inversión transfronteriza, los sistemas de pago internacionales y los precios de los activos. Esto, a su vez, alimenta la inestabilidad al aumentar los costos de financiamiento de los bancos, reducir su rentabilidad y reducir sus préstamos al sector privado", destaca el organismo.
Además, considera que "un aumento de las tensiones entre un país inversionista y uno receptor, como entre Estados Unidos y China desde 2016, reduce la asignación transfronteriza bilateral general de inversión de cartera y derechos bancarios en aproximadamente un 15%".
"Los fondos de inversión son especialmente sensibles a las tensiones geopolíticas y tienden a reducir las asignaciones transfronterizas, en particular a países con perspectivas de política exterior divergentes", agrega.
El FMI también se centra en las tensiones geopolíticas, y en este sentido asegura que "la imposición de restricciones financieras, el aumento de la incertidumbre y las salidas de inversiones y créditos transfronterizos provocadas por una escalada de las tensiones podrían aumentar los riesgos de refinanciación de la deuda y los costos de financiación de los bancos".
Este fenómeno también podría aumentar las tasas de interés de los bonos del gobierno, reduciendo los valores de los activos de los bancos y aumentando sus costos de financiación.
"Al mismo tiempo, las tensiones geopolíticas se transmiten a los bancos a través de la economía real. El efecto de las interrupciones en las cadenas de suministro y los mercados de productos básicos en el crecimiento y la inflación nacionales podría exacerbar las pérdidas crediticias y de mercado de los bancos, reduciendo aún más su rentabilidad y capitalización", valora.
Por lo tanto ve "probable" que el estrés disminuya la capacidad de asumir riesgos de los bancos, una situación que "los impulsará a reducir los préstamos, lo que afectará aún más el crecimiento económico".
"Es probable que los canales financieros y de la economía real se alimenten entre sí, siendo el efecto general desproporcionadamente mayor para los bancos de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, y para aquellos con índices de capitalización más bajos", destaca.
Para subsanar esta amenaza, desde el organismo multilateral aseguran que "los supervisores, los reguladores y las instituciones financieras deben ser conscientes de los riesgos para la estabilidad financiera derivados de un posible aumento de las tensiones geopolíticas y comprometerse a identificar, cuantificar, gestionar y mitigar estas amenazas".
"Para desarrollar lineamientos prácticos para los supervisores, los formuladores de políticas deben adoptar un enfoque sistemático que emplee pruebas de estrés y análisis de escenarios para evaluar y cuantificar los canales de transmisión de los 'shocks' geopolíticos a las instituciones financieras", concluye.