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WITTHAYA PRASONGSIN - Archivo

¿Comprar acciones Europeas? Mejor no. Es el consejo que dan los expertos de Bank of America (BofA) a los inversores, a los que recomienda alejarse del Viejo Continente ante el "cambio de desempeño" que han detectado, y que precisamente les ha llevado a reducir a 'infraponderar' su valoración de la renta variable europea frente a las acciones globales.

Tal y como explican en su más reciente informe de estrategia, las acciones europeas frente a las globales han dado señales de recuperación "impulsadas por un mejor crecimiento interno y un crecimiento más débil en Estados Unidos", lo que ha su vez ha provocado optimismo.

"Después de un desempeño inferior al 15% frente a la renta variable mundial en poco menos de un año, las acciones europeas han comenzado a mostrar signos de un cambio de tendencia en los últimos meses", comentan los analistas del banco estadounidense.

Recuerdan que el rendimiento de Europa está "fuertemente determinado" por dos factores macroeconómicos. Primero, por el impulso del crecimiento de la zona euro frente al de EEUU, representado por el nivel de las sorpresas macroeconómicas de la zona euro en relación con las de Estados Unidos. Y segundo, comentan, por la evolución del rendimiento real de los bonos a 10 años de EEUU, dada la inclinación de la renta variable europea a favor del valor.

"El principal factor detrás del desempeño superior de Europa en los últimos meses ha sido la recuperación del crecimiento interno, lo que llevó a que las sorpresas macroeconómicas de la zona del euro se volvieran positivas, combinadas con un debilitamiento del crecimiento estadounidense, lo que hizo que las sorpresas macroeconómicas estadounidenses se volvieran significativamente negativas", apuntan desde BofA.

Y remarcan que este impulso para el desempeño de Europa, derivado de la mejora en el impulso del crecimiento relativo, "se ha visto respaldado" por un "modesto" aumento de los tipos reales a 10 años en Estados Unidos, ante unas expectativas de la Reserva Federal (Fed) más duras tras las sorpresas al alza en la inflación estadounidense".

Pero la situación promete ser más complicada a partir de ahora. "Infraponderamos la renta variable europea frente a la global, ya que esperamos que el debilitamiento del crecimiento y la caída de los tipos reales impulsen un nuevo rendimiento deficiente" de las acciones del Viejo Continente, apuntan los estrategas de BofA.

Tal y como dicen, sus hipótesis "son coherentes con que las sorpresas macroeconómicas relativas de la zona del euro frente a las de EEUU se mantengan en territorio ligeramente positivo durante los próximos meses, pero esperamos que el apoyo al rendimiento de las acciones europeas se vea contrarrestado por una nueva caída en los rendimientos reales de los bonos estadounidenses a 10 años".

Resaltan estos expertos que la inflación estadounidense "se ha vuelto a acoplar en gran medida a la trayectoria implícita en los indicadores de tensión de la cadena de suministro, tras el subimpulso del segundo semestre del año pasado, y los actuales plazos de entrega de los proveedores apuntan a una desinflación continua".

Además, añaden los analistas de BofA, la reciente desaceleración macroeconómica de Estados Unidos "aún tiene que avanzar, dado el impacto retardado del ajuste monetario y el desvanecimiento del apoyo del estímulo fiscal estadounidense".

"El debilitamiento del crecimiento estadounidense (y, por ende, el mundial) no sólo implicaría una presión a la baja sobre los rendimientos reales de los bonos a medida que los bancos centrales se vuelvan más moderados, sino que también tendería a pesar más en mercado de renta variable europeo, que es procíclico, en comparación con el mercado estadounidense, que es más defensivo y centrado en el crecimiento", dicen.

De esta forma, remarcan que sus proyecciones macroeconómicas "apuntan a un rendimiento inferior al 10% para las acciones europeas a principios del próximo año", es decir, un "desempeño deficiente", y en consecuencia han decidido rebajar su postura sobre la renta variable europea en relación con la renta variable mundial desde 'neutral' a 'infraponderar'.

También siguen siendo "totalmente negativos" con respecto a las acciones europeas en general, con un nivel mínimo proyectado para el índice Stoxx 600 de 450 a principios del próximo año (alrededor de un 15% de caída respecto de los niveles actuales).

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