- El euríbor acumula ya 11 meses consecutivos por debajo del 0%
- El próximo año estará marcado la culminación (o no) de la reforma del euríbor
No podía ser, decían unos. Es imposible que ocurra, terciaban otros. Nunca pasará, profetizaban los más incrédulos. El límite es el 0%, vaticinaban otros. Pues bien, todo eso es lo que ha derrumbado el euríbor a 12 meses, la referencia para la inmensa mayoría de las hipotecas a tipo variable en España, en 2016. Porque ha logrado lo imposible: situarse por debajo del 0%.
Lo apuntó en la recta final de 2015 y en los primeros compases de 2016. Y no esperó mucho para confirmar que ese nivel no le iba a detener: el 5 de febrero, el euríbor a 12 meses se situó por debajo del 0% por primera vez en su historia.
Ese mismo mes consiguió el siguiente paso, el de registrar una media mensual, que es la que se tiene en cuenta para las revisiones de las condiciones de las hipotecas, negativa. Y ahí sigue desde entonces, puesto que todos los promedios de los 11 últimos meses han resultado inferiores al 0%.
Para rematar esta secuencia sin precedentes, despide el año con otro mínimo histórico. Diciembre arrojará una media del -0,08%, la más baja de siempre y por debajo del -0,074% de noviembre, que suponía la anterior plusmarca. Se trata del cuarto mínimo histórico consecutivo.
MENOS CARGA PARA EL BOLSILLO
El descenso de diciembre será un respiro adicional para el bolsillo de los hogares que puedan beneficiarse de él. Para una hipoteca de 150.000 euros a 20 años y con un diferencial de 1,5 puntos porcentuales sobre el euríbor, la media de diciembre supondrá una bajada de 10 euros al mes en la cuota para las revisiones anuales. En el caso de las semestrales, el abaratamiento rondarán los 5 euros al mes.
Como los retrocesos interanuales e intersemestrales cada vez son menos pronunciados, la reducción de las cuotas cada vez es menos acusada. Sin embargo, lo relevante es que los hogares -siempre y cuando no tengan ninguna cláusula que lo impida- llevan bastante tiempo disfrutando de un euríbor en mínimos históricos, con el consiguiente desahogo para las finanzas familiares. Desde que sustituyó al míbor como índice de referencia en el año 2000, nunca había bajado del 1%, y ahora lleva ya por debajo de ese nivel desde 2012. Y no sólo eso, sino que lleva por debajo del 0,5% desde 2014, del 0,25% desde febrero de 2015 y del 0% desde febrero de este año. O lo que es lo mismo, acumula más de cuatro años en unos niveles anormalmente reducidos.
Los expertos advierten de la necesidad de no dejarse llevar por los actuales niveles del euríbor en la firma de los nuevos préstamos hipotecarios a tipo variable
El euríbor, por tanto, transita por terrenos extraordinarios. Y precisamente por este motivo los expertos lanzan tres consejos. El primero, no perder de vista que la situación actual es excepcional y recordar que la media histórica de esta referencia hipotecaria se sitúa por encima del 2%, con lo que en algún momento futuro debería subir para retornar a esa media. Y el segundo, que conviene ser conscientes de esta realidad para estructurar las finanzas familiares sobre esa perspectiva de que en algún momento futuro el índice de referencia repuntará de nuevo. Y el tercero, no cegarse por el nivel actual del euríbor en caso de contraer un nuevo préstamo hipotecario y hacer cálculos basados en un euríbor por encima del 2%, del 3% o del 5% -en 2008 escaló al 5,39%- para saber si esa hipoteca, que ahora no pesa tanto, puede ser insoportable en el futuro.
SIGUIENDO LA ESTELA DE DRAGHI
La causa de los actuales niveles del euríbor no reside en otro lugar que en el Banco Central Europeo (BCE). Bajo la batuta de su actual presidente, Mario Draghi, la entidad está apurando cuanto puede -para algunos, incluso ha ido más allá- su política monetaria, una realidad que es la que está presionando a la baja sobre el índice hipotecario.
El euríbor por debajo del 0% responde a la combinación de tres variables. La primera, unos tipos de interés oficiales situados en el 0%; la segunda, unos tipos de interés de la facilidad de depósito instalados en el -0,40%; y la tercera, las compras masivas de deuda pública y privada por parte del BCE dentro de su programa de adquisición de activos en el mercado (APP, por sus siglas en inglés), que acumulan ya un volumen de 1,5 billones de euros desde su entrada en vigor en marzo de 2015.
Como por ahora no se esperan cambios bruscos en la política monetaria del BCE, el euríbor sigue teniendo el camino despejado para permanecer en zona de mínimos históricos durante una larga temporada. De hecho, en la última reunión de 2016, el BCE prolongó sus compras de activos durante nueve meses más, hasta diciembre de 2017, y Draghi reiteró que los tipos continuarán bastante tiempo en los niveles en los que se encuentran ahora. "Los tipos de interés oficiales del BCE no se han modificado y seguimos esperando que continúen en los niveles actuales, o en niveles inferiores, durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de nuestras compras netas de activos", confirmó la entidad en su comunicado oficial.
¿LAS ÚLTIMAS UVAS DE ESTE EURÍBOR?
Sin presiones por la parte monetaria, las emociones fuertes para el euríbor residirá en 2017 en que el actual euríbor debería 'morir' para dejar su sitio al nuevo. La hoja de ruta del Instituto Europeo de Mercados Monetarios (EMMI, por sus siglas en inglés) contempla que el nuevo euríbor entre en vigor en julio.
Para ello, eso sí, la reforma que está en marcha debe cubrir con éxito la prueba de verificación que se viene haciendo desde septiembre y que se prolongará hasta febrero. Se trata de un campo de pruebas en el que EMMI está testando hasta qué punto el nuevo euríbor, que se calculará a partir de transacciones reales y no en intenciones -como ocurre ahora-, se calcula de manera fiable y transparente.
El resultado de esta fase será clave para saber si ese calendario sigue vigente y para dar luz verde al nuevo euríbor, un relevo que estaba previsto en un principio para 2016 y que finalmente se terminó retrasando un año. Por el momento, sin embargo, la verificación no está resultando del todo satisfactoria porque "la respuesta de las entidades no está siendo la esperada", advierte María José Gómez-Yubero, responsable de resolución y estabilidad financiera de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en un artículo publicado en la última Revista de Estabilidad Financiera publicada este mes por el Banco de España.
El propio EMMI precisó que aspiraba a que en esta fase de verificación participaran al menos 40 bancos para que los resultados fueran válidos, pero Gómez-Yubero matiza que "no llega a 30 el número de entidades que han aceptado la participación en este ejercicio", entre las que figuran "las siete entidades españolas que han sido invitadas". En caso de que este ejercicio no sea exitoso, el calendario podría volver a ser revisado, con lo que la culminación de la reforma sería retrasada de nuevo.