El indicador de estrés de los mercados financieros en España, que alcanzó el tercer nivel más alto de su historia el pasado mes de abril, ha finalizado este mes de julio con un leve descenso, aunque su nivel (0,51) sigue correspondiendo a un régimen de estrés alto, según consta en la última nota de estabilidad de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El supervisor ha podido percibir que en las últimas semanas se ha relajado levemente, si bien dentro de los segmentos individuales sigue destacando el elevado nivel de estrés de los intermediarios financieros (bancos), debido al fuerte descenso de sus cotizaciones y los rebrotes de volatilidad a consecuencia de la crisis del coronavirus.
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Economía pone en audiencia pública los proyectos normativos del "paquete bancario"De este modo, aunque las fuentes de riesgo existentes en el contexto actual continúan siendo numerosas y de diferente naturaleza, preocupan las del ámbito financiero, sobre todo por los riesgos de liquidez y de mercado, aunque el primero de ellos se está viendo aliviado por las diferentes medidas fiscales y de carácter monetario puestas en marcha por los gobiernos y bancos centrales.
Para la CNMV, también continúa siendo preocupante la evolución del riesgo de crédito de los agentes, en un contexto macroeconómico de dificultades para las compañías, que eventualmente se puede traducir en rebajas de las calificaciones crediticias.
"Estas rebajas, que por el momento no han sido numerosas, pero de las que conviene hacer un seguimiento continuo, pueden tener consecuencias importantes para las compañías afectadas, los mercados financieros y, en determinadas circunstancias, la estabilidad financiera", añade.
En la nota, la CNMV ha subrayado que la situación macroeconómica en España continúa siendo "muy compleja", ya que la aparición de nuevos brotes del virus en distintos puntos de la geografía española y, en consecuencia, la potencial renovación de algunas medidas restrictivas introducen un grado de incertidumbre elevado en torno a estas previsiones, que apuntan, además, a un deterioro sustancial de las cuentas públicas.
Por otro lado, la industria de la inversión colectiva también se ha recuperado progresivamente tras el repunte de los reembolsos en los momentos más turbulentos del primer trimestre, que llegaron a alcanzar los 5.500 millones de euros.
La CNMV ha permanecido estos meses en contacto continuo con las gestoras, centrándose en la valoración y la evaluación de la liquidez de los activos y recordando las herramientas disponibles para gestionar la liquidez de estas instituciones, así como la conveniencia, en determinados casos, de valorar al precio 'bid' o de utilizar esquemas de 'swing pricing'.