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El mercado tiene una cita clave este miércoles con la Reserva Federal (Fed). Aunque descuentan una subida de los tipos de interés de 75 puntos básicos, este cónclave monetario se ha convertido en crucial para los inversores, que buscarán en las declaraciones de su presidente, Jerome Powell, alguna señal de moderación futura por parte del banco central.

La reunión del FOMC de esta semana es crucial. Jerome Powell comenzó el ciclo de subida de tipos creyendo que era posible un aterrizaje suave. Si volviera a tener ahora una opinión similar y éste es un ‘Si’ muy grande, por supuesto, los mercados se lanzarían al alza hasta las fiestas de finales de año”, indica Chris Iggo, CIO Core Investments y presidente del AXA IM Investment Institute.

Los inversores no esperan mucho de la reunión en sí, ya que la subida de 75 puntos básicos, hasta el 3,75-4,0%, es ampliamente esperada, por lo que consideran que tendrá un impacto limitado en el mercado. Sin embargo, toda la atención estará puesta en la conferencia de prensa de Powell, en cuyas declaraciones tratarán de buscar algún indicio sobre una posible moderación de cara a próximas reuniones.

“La reunión del FOMC de noviembre no se trata de la decisión sobre la tasa de política monetaria de noviembre. La reunión trata sobre la orientación futura de la tasa de política y qué esperar en diciembre y más allá”, indican desde Bank of America (BofA). Los expertos de la entidad esperan que el presidente Powell abra la puerta a una desaceleración en el ritmo de subidas en diciembre, aunque “es probable que mantenga la opcionalidad al enfatizar que la Fed seguirá dependiendo de los datos y que no se tomó ninguna decisión”.

Analizar el lenguaje de la Reserva Federal nunca es fácil, pero los inversores “deberían buscar cualquier señal que indique cuál será el tipo de interés final y con qué rapidez lo alcanzaremos, porque no podemos ni siquiera empezar a pensar en recortes (en lo que parece ser la recesión más bien telegrafiada de la historia) hasta que tengamos una mejor comprensión del momento del tipo de interés máximo de política”, considera Erik Weisman, economista jefe y gestor de carteras de MFS Investment Management.

Para Christian Scherrmann, economista de DWS, los datos económicos actuales respaldan claramente la subida de 75 pb en noviembre, pero cree que “la Fed ha comenzado recientemente a difundir de nuevo la idea de que las subidas de tipos necesitan tiempo para desplegar su magia. Por tanto, podría ser el momento adecuado para recalibrar”.

"EL DESTINO ES MÁS IMPORTANTE QUE EL VIAJE"

Los miembros de la Fed han reiterado en numerosas ocasiones que sus decisiones sobre las alzas de tipos dependerían de la evolución de la economía. Los expertos coinciden en señalar en que se pueden vislumbrar ciertos signos de ralentización en algunos sectores, como el inmobiliario. En cambio, otros, como el mercado laboral y la inflación se mantienen firmes a pesar de las agresivas subidas de tipos.

Para los analistas de BofA, los miembros del Comité pueden mostrarse reacios a señalar un ritmo más lento de alzas para que los mercados financieros no interpreten la decisión como un "giro moderado". “La Fed ha sido clara en su comunicación de "más alto por más tiempo" y en su enfoque de controlar la inflación. Una forma de apoyarse en esta interpretación sería enfatizar que, a pesar de cualquier próximo paso atrás en el ritmo de aumentos de tasas, la opinión del Comité sobre el endurecimiento necesario para eliminar los desequilibrios del mercado laboral no ha cambiado”. “En otras, palabras, ahora se trata del destino, no del viaje”.

Las señales y los indicadores siguen, en su mayoría, sin pintar el cuadro que necesitamos ver para que la Fed sugiera que se acerca al final de su campaña de endurecimiento. Pero sabemos que las malas noticias están por llegar”, apunta Weisman.

La cuestión clave para la Reserva Federal “es conseguir la calibración correcta del endurecimiento necesario para forzar finalmente el aterrizaje del mercado laboral. Para un banco central cada vez más frustrado, la conclusión que se desprende del reciente flujo de datos es que necesita mover su tipo de interés más hacia el territorio restrictivo, es decir, significativamente por encima del 'rango neutral'”, explica Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers.

En este sentido, existe el riesgo de que el endurecimiento monetario vaya demasiado lejos. “La línea que separa lo ‘restrictivo’ de lo ‘excesivamente restrictivo’ es muy fina”, advierte el economista de AXA Investment Managers. “Estamos entrando en una nueva fase en la que los vientos en contra "espontáneos", principalmente la erosión del poder adquisitivo provocada por un shock de inflación, que en EEUU sigue siendo mayor que la aceleración de los salarios, van a combinarse con el impacto emergente de la postura política más restrictiva. Puede que todavía haya algunas ‘reservas de crecimiento’, pero se están agotando rápidamente”, añade Moëc.

“LA FED NECESITA UNA PAUSA HAWKISH

La idea de que la economía estadounidense pueda entrar en una leve recesión en los próximos trimestres ha cobrado fuerza entre los economistas, lo que “justificaría que la Fed hiciera una pausa en las subidas de tipos, pero que los mantuviera altos para acabar con la inflación y por si acaso fuera necesario subirlos aún más”, añade Scherrmann.

“Si la resistencia de la economía se mantiene en los próximos meses, la Fed podría verse obligada a ir más allá de la media del 4,6% prevista por los miembros del FOMC para 2023”, subrayan los analistas de AXA IM. “Con todo, por nuestra parte, seguimos situándonos ligeramente por debajo de las expectativas del mercado para la tasa terminal, dada nuestra previsión de una recesión considerable en EEUU, impulsada en parte por el fuerte deterioro actual de las condiciones financieras, pero también esperamos más episodios de tensión en los próximos meses cada vez que el flujo de datos no se mueva hacia abajo ‘lo suficientemente rápido’”.

Desde Rabobank también son favorables a una moderación en el ritmo de las subidas de tipos a partir de diciembre y apuestan por un alza de 50 pb en diciembre, seguida de dos alzas de 25 pb en febrero y marzo, “lo que llevaría el tope del rango meta a 5.00%. Esperamos que la Reserva Federal permanezca en espera durante el resto de 2023”.

Powell y varios miembros de la Fed han reafirmado en distintas declaraciones que hay que mantener los tipos más altos durante más tiempo, a pesar del coste que ello pueda tener en la economía. Sin embargo, “la siguiente tarea en el libro de jugadas de la Fed podría resultar un poco más complicada. La Reserva Federal necesita abrir una vía hacia subidas de tipos de interés más reducidas sin parecer demasiado dovish. Y, en última instancia, necesita lo que podríamos llamar una pausa hawkish”, concluye Scherrmann, de DWS.

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