une frappe israelienne a gaza

Las bolsas están aguantando el tirón y, de momento, no reaccionan de forma excesiva al conflicto palestino-israelí. Más allá de las caídas del primer lunes después de estallar la guerra, que fueron moderadas en Europa y que ni siquiera se produjeron en Estados Unidos, los índices han permanecido sorprendentemente impasibles a lo largo de las jornadas sucesivas.

Su falta de reacción lleva a preguntarse si realmente no están valorando el conflicto como un gran riesgo a nivel económico o si hay un temor paralizante ahora entre los inversores que les impide tomar decisiones, lo que mantiene a los índices imperturbables.

Sea como fuere, éstos prácticamente no reaccionan, ni siquiera ante la nueva tragedia, con la muerte de unos 500 palestinos en un ataque a un hospital de Gaza. Palestina acusa a Israel e Israel acusa a la Yihad Islámica. Aun con esto, los índices permanecen cautos y evitan los sobresaltos este miércoles.

A las terribles muertes se suma el riesgo de que el conflicto vaya a más. Jordania, Egipto... que tenían hoy previsto reunirse en una cumbre con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, han acusado abiertamente a Israel de lo ocurrido y han cancelado el encuentro. Los esfuerzos diplomáticos para mejorar las cosas, por lo tanto, parece que no avanzan y las perspectivas no pintan bien.

EL RIESGO VIENE POR EL PETRÓLEO

Aunque de momento las bolsas aguantan, hay mucho miedo y cautela. "Para los inversores en bolsa, las perspectivas no son buenas", reconoce Stephen Innes, socio director de SPI Asset Management. "No sabemos cómo se desarrollará esto, pero uno piensa que tal vez los riesgos de una escalada acaban de engordar", escribe Neil Wilson, director de análisis de Markest.com.

La principal amenaza para las bolsas viene de lo que haga el petróleo. Si empieza a subir debido a todo lo que está sucediendo, entonces crecerá el temor a que esto pueda deteriorar el crecimiento económico y acabe impactando en la renta variable.

El crudo ha alzando este miércoles su nivel más alto en dos semanas, con el Brent en 93 dólares.

"Los costes de transporte están subiendo mucho en el Mediterráneo... los costes de la cadena de suministro están aumentando, ¡lo que significa más inflación! La guerra es inflacionista", avisa Wilson.

Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank, teme que que las tensiones sigan escalando en Gaza, lo que podría hacer que los precios del petróleo "aumenten significativamente, especialmente si Irán se involucra en la carnicería de Oriente Medio".

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