El presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, quien dejará el puesto al finalizar el año, ha reconocido que su momento más tenso en los cinco años de su mandato fue durante la crisis bancaria de la pasada primavera, cuando llegó a sentirse muy asustado.
"Hemos estado muy asustados por lo que pasó esta primavera", ha confesado Enria en una conversación distendida con la presidenta del BCE, Christine Lagarde, a pesar de que todo el mundo haya elogiado a los bancos europeos y la actuación del supervisor.
En este sentido, el italiano ha añadido que, como supervisor, cuando se ven salir los depósitos de los bancos, "empiezas a enloquecer". "Yo diría, sinceramente, que el período más tenso ha sido la primavera de este año", ha asegurado.
Asimismo, Enria no ha dudado en señalar que su decisión más difícil en estos cinco años fue la suspensión del reparto de dividendos ante la incertidumbre generada por la pandemia, para lo que fue necesario recurrir a una contundente recomendación.
"Me hubiera gustado es que los propios bancos hubieran decidido mostrar cierta moderación y abstenerse de pagar, distribuir dividendos y hacer recompras en un momento en el que había una incertidumbre tan radical", ha comentado.
En este sentido, si bien para Enria la persuasión moral parece funcionar en el entorno nacional, la Unión Europea sigue siendo un tipo de comunidad basada en reglas donde "si no vienes con una recomendación firme, las cosas no suceden".
"Aunque sé que algunas personas en esta sala no están de acuerdo, sigo pensando que fue una buena decisión", ha defendido Enria en presencia de varios representantes de la industria bancaria.
La alemana Claudia Buch, actual vicepresidenta del Bundesbank, sucederá a Enria en la presidencia del consejo de supervisión del BCE a partir del 1 de enero de 2024.
El BCE supervisa de forma directa a un total de 109 bancos en el marco del Mecanismo Único de Supervisión (MUS). Los bancos supervisados son los más grandes de su país de origen, o tienen activos totales de más de 30.000 millones de euros o bien realizan importantes operaciones transfronterizas. Estos bancos poseen casi el 82% de los activos bancarios en estos países.
Como supervisor, el BCE trabaja para monitorear de cerca la salud y la integridad del sistema bancario europeo y tiene autoridad para llevar a cabo inspecciones para comprobar el cumplimiento de los bancos con las normas de la UE, exigir a los bancos que reserven capital adicional para mitigar los riesgos e incluso puede retirar las licencias bancarias.