- Por su parte, el WTI ha cerrado plano, en los 71,49 dólares
El petróleo cierra con muy leves subidas tras protagonizar una jornada de nuevas e importantes subidas. El barril de Brent ha llegado a tocar los 80 dólares por primera vez desde 2014. Al cierre de la cotización, el Brent ha cerrado con una subida ligera del 0,1%, en los 79,30 dólares. Por su parte, el barril de West Texas, de referencia en EEUU, ha cerrado plano, en los 71,49 dólares.
De este modo, en lo que va de año el precio del barril de petróleo Brent acumula una subida del 19,9% en comparación con los 66,87 dólares marcados al cierre del año 2017.
Por su parte, el crudo Texas, de referencia para EEUU, ha llegado a pagarse a 72,30 dólares por barril, su mayor coste unitario desde el 28 de noviembre del año pasado, frente a los 71,49 dólares del cierre de la sesión de ayer.
En su último boletín mensual, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) advertía de que el alza de los precios del petróleo previsiblemente hará mella en la evolución de la demanda mundial de crudo.
De este modo, la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé que la demanda mundial de petróleo crecerá este año en 1,4 millones de barriles diarios (mb/d), lo que supone un recorte de 40.000 barriles diarios con respecto a su anterior pronóstico, hasta un consumo global de 99,2 mb/d.
Las perspectivas de una fuerte caída de las exportaciones petroleras iraníes en los próximos meses debido a las renovadas sanciones estadounidenses tras la decisión del presidente Donald Trump de retirarse de un acuerdo nuclear internacional con Teherán han elevado los precios del petróleo en las últimas semanas.
Por otro lado, los inventarios mundiales de petróleo crudo y productos refinados cayeron bruscamente en los últimos meses debido a la fuerte demanda y los recortes de producción de los principales países productores del mundo.
Las noticias empresariales apoyan la escalada del crudo. La amenaza de la petrolera Total de abandonar sus proyectos en Irán presionan los precios al alza ante la posibilidad de que otras firmas internacionales sigan el mismo camino y las infraestructuras energéticas en el país de Oriente Medio se queden a medio hacer. Esto provocaría un inminente problema de suministro.