• Los inventarios publicados la semana pasada en Estados Unidos reflejaron una importante caída de las reservas de crudo
  • Las posibles sanciones estadounidenses a Venezuela son otro catalizador de las subidas
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Sin subidas diarias importantes pero con una tendencia firme, el Brent sube un 19% desde los mínimos anuales que marcó el pasado 22 de junio en 45,05 dólares. El petróleo de referencia en Europa recupera así parte del terreno perdido este año.

Aun así, el barril del crudo del Mar del Norte todavía se deja un 8% en el acumulado del año. Pero este retroceso llegó a ser del 22% en junio. En las últimas semanas el ‘oro negro’ ha rebotado con fuerza, con lo que el Brent se acerca a los 53 dólares que perdió en mayo y el West Texas se intercambia en más de 50 dólares en el mercado de materias primas de Nueva York (Nymex, por sus siglas en inglés). Este lunes cotizan casi plano, tras despertarse con leves subidas.

Pese a este rebote, “no creemos que la tendencia positiva (de los precios) sea por un cambio en la estructura del mercado”, sostienen los analistas de Mcquaire Capital en un informe a clientes. “Creemos que el mercado tendrá dificultades para encontrar un equilibrio durante varios años, debido a la disponibilidad de un crecimiento fácil de la producción de petróleo a precios cada vez más bajos”, advierten.

Mcquaire: "Creemos que el mercado tendrá dificultades para encontrar un equilibrio durante varios años, debido a la disponibilidad de un crecimiento fácil de la producción de petróleo a precios cada vez más bajos"

Este sentimiento es, casi, generalizado entre los analistas. Sin embargo, el petróleo frenó desde junio sus retrocesos y, sin grandes subidas diarias y de forma prolongada, rebota un 19% en las últimas cinco semanas. “El compromiso de Arabia Saudí y Nigeria de recortar sus exportaciones propició el repunte del crudo de los últimos días”, defiende David Pina, analista de ActivTrades, sobre los movimientos en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). A esto se suma, prosigue, la caída de las reservas de las existencias de crudo estadounidense y la debilidad del dólar.

En el primer caso, los inventarios de la semana pasada reflejaron una disminución mayor de lo esperada de 7,2 millones de barriles menos. Mientras que la evolución a la baja de la divisa norteamericana, tradicionalmente, impulsa los precios del petróleo. Esto se debe a que los inversores esperan una mayor demanda internacional, debido a que el crudo se negocia en dólares y, por lo tanto, la entrega se abarata para el resto de países.

Así sucede con la Eurozona, ya que el euro se ha disparado frente al ‘billete verde’ hasta superar los 1,18 dólares, alcanzando los niveles más altos en el cruce desde enero de 2015. Las expectativas de un cambio de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) han aumentado mientras la Reserva Federal (Fed) advirtió en su última reunión de la debilidad de la inflación y, en la Casa Blanca, se ha instalado una inestabilidad que se certificó ayer con la destitución, tras diez días en el cargo, de Anthony Scaramucci como director de comunicación por parte del presidente, Donald Trump.

Por otro lado, la crisis de Venezuela y las posibles sanciones estadounidenses -por ahora van sólo contra el presidente, Nicolás Maduro- son otro impulso para los precios, en la medida en que pueda tener efecto en sus exportaciones. Aunque el país ya ha ido reduciendo en los últimos trimestres su producción, que se situó en los 1,938 millones de barriles diarios de media en junio, según el último informe de la OPEP, un 13,6% menos que en mayo. La producción de crudo de Venezuela supone en torno al 6% del total del cártel.

Técnicamente, el petróleo ha superado la resistencia de los 50 dólares que, ahora, se ha convertido en soporte, explica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía: "Volvemos a tener mínimos y máximos crecientes (por el momento de corto plazo) y así no se cae. Lo que quiere decir que en teoría cualquier corrección hacia la zona de los 50 dólares debería ser entendida como una oportunidad para subirse al tren de las compras". Así, prosigue, "no descartamos que el rebote de corto plazo tenga continuidad hasta las inmediaciones de la importantes resistencia que presenta en los máximos de mayo en los 54,67 dólares", añade.

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