La bolsa española y Wall Street subieron ayer como si no hubiera pasado nada con Irán y con Argentina. Pero sí que ha pasado. ¿Es una cuestión menor que no va a interrumpir la buena marcha del mercado o puede ser el detonante de la gran corrección que todo el mundo espera desde hace mucho tiempo?
Es bien sabido que, en bolsa, cualquier acontecimiento sirve para justificar tanto una subida como una bajada. Y es lo que está pasando ahora con la decisión de Donald Trump de romper el acuerdo con Irán y la de Mauricio Macri de pedir un nuevo rescate al FMI. Intuitivamente, deberían haber provocado una escalada del petróleo (que se produjo) y una caída de las bolsas... que no llegó.
Los analistas rapidamente encontraron argumentos para justificarlo: ya se sabe que Trump primero amenaza pero luego recula, como pasó con Corea o con la guerra comercial; y total, la subida del petróleo tampoco es para tanto y no va a hacer descarrilar el buen momento de la economía y de los resultados empresariales. El mercado puede aguantarlo.
En el caso de Argentina, la interpretación es que la exposición de las empresas españolas (el 40% del Ibex está presente en ese país) tampoco es tan grande para que la depreciación del peso tenga un impacto destacado en sus cuentas. Y aquí paz y después gloria.
NO SE PUEDE DESCARTAR UNA CORRECCIÓN
¿De verdad los inversores pueden estar tan tranquilos? Es cierto que, en ocasiones anteriores, como la devaluación del yuan en agosto 2015 o el referéndum del Brexit en junio de 2016, la reacción de las bolsas fue inmediata y brutal. Y luego llevó bastante tiempo que los índices recuperasen el terreno perdido. Ahora es innegable que el patrón ha sido muy distinto.
Pero no se puede descartar que, si estos acontecimientos tienen continuidad (y todo apunta a que la tendrán), no sirvan de excusa para una caída de cierta importancia. Es probable que veamos una escalada dialéctica entre los líderes iraníes y Trump que haga que la subida del petróleo empiece a ser menos soportable por el mercado. No olvidemos que Arabia Saudí está deseando que supere los 80 dólares para poder sacar Aramco a bolsa. Y respecto a Argentina, le puede pegar un buen pellizco a las cuentas trimestrales de más de un grande del Ibex.
Además, el escenario invita a una corrección: muchos índices se encuentran en máximos o en zona de resistencia crítica; las valoraciones, sobre todo en EEUU, son altísimas a pesar del crecimiento de los beneficios; los tipos de interés van a seguir subiendo en ese país y aquí el BCE tendrá que empezar a retirar estímulos en algún momento; y hay otros líos políticos sin resolver, como el de Italia o el nuestro de Cataluña. Demasiados motivos para estar tranquilos.