Los mercados demostraron el viernes que no están especialmente preocupados por el inesperado cambio de Gobierno en España. La razón es que no esperan grandes cambios en la política económica y confían en que el PSOE cumpla los compromisos con Bruselas sin ceder a las presiones de Podemos. La tesis más extendida es que Pedro Sánchez va a centrarse en los problemas territoriales. Y que no va a convocar elecciones hasta 2020.
Este es el escenario central con que trabajan los gestores internacionales, que prefiere pasar por alto -al menos de momento- que las escasas líneas esbozadas del programa de Sánchez implican más gasto público (igualdad, investigación, becas, energía, sanidad, etc.) y que podría dar marcha atrás en algunas reformas. Prefieren aferrarse al mantenimiento de los presupuestos del PP, ya de por sí bastante expansivos, y en su promesa de cumplir los objetivos de déficit del Programa de Estabilidad presentado a la UE.
En este sentido, casi nadie espera que el nuevo Ejecutivo ceda a las presiones de Podemos en materia económica (el mayor peligro que perciben los mercados) a pesar de que su apoyo es necesario para gobernar. Si se llegara al extremo de que Pablo Iglesias pusiera a Sánchez entre la espada y la pared, el consenso cree que convocaría elecciones. Y la economía española ha demostrado su fortaleza, capaz de superar la crisis catalana, como subrayan Vontobel y Fidelity.
Otro elemento que calma a los mercados es que en España, a diferencia de Italia, no hay partidos antieuropeístas ni que propugnen la salida de nuestro país del euro. "La moción de censura no es una votación sobre la permanencia de España en la zona euro, y el propio partido de Sánchez es pro-euro", según Rabobank.
LA ECONOMÍA NO ES LA PRIORIDAD
JB Capital Markets considera que las cuestiones económicas no van a ser prioritarias para Sánchez (lo que permitirá mentener la senda positiva actual), sino que se va a centrar en los asuntos territoriales: una negociación con la Generalitat para tratar de reconducir la situación creada por el referéndum ilegal de octubre y el nuevo frente que tendrá que abrirse en el País Vasco a cambio del apoyo con el PNV. Esta firma y Vontobel coinciden en que no habrá cambios relevantes en la política sobre Cataluña (es decir, no habrá independencia), lo que contribuirá también a esa estabilidad.
"Aunque creemos que la creación de un potencial Gobierno 'Frankenstein' puede provocar preocupaciones sobre sus intenciones secretas, pensamos que será demasiado débil para llevarlas a la práctica", según JB. Las razones para ello son que Sánchez gobernará como mucho dos años y que tendrá que enfrentarse a la mayoría del PP en el Senado y al control de la presidencia y la mesa del Congreso por los populares y Ciudadanos.
NO HABRÁ ELECCIONES ANTICIPADAS
También existe una opinión mayoritaria respecto a la cuestión temporal: no vamos a ir a unas elecciones anticipadas en breve como pide Ciudadanos. Una de las exigencias del PNV es aplazar los comicios todo lo posible y el propio Sánchez prefiere esa opción para intentar que el PSOE remonte en las encuestas desde los pobres niveles actuales. De hecho, nadie descarta que agote la legislatura hasta junio de 2020.
Pero esto tampoco es necesariamente malo. CMC Markets comentaba el viernes que una de las razones para la subida del Ibex era que "España ha evitado nuevas elecciones", lo que abre un período de mayor estabilidad, aunque sea con un Gobierno 'Frankenstein'. No obstante, no todo el mundo está de acuerdo: Fidelity y Oxford consideran que gobernar con unos apoyos tan heterogéneos y con agendas tan diferentes será inviable, por lo que es probable que acabemos con elecciones anticipadas.