Nueva jornada de sangría en las bolsas asiáticas, donde los parqués regionales han sufrido una nueva oleada de huída de los inversores, que se han dejado llevar por el pánico. Los expertos avisan de que no hay "compradores" y la oleada de ventas es generalizada y apresurada. El Kospi de Corea del Sur lidera las caídas y se deja más de un 7%, mientras que la bolsa de Filipinas, que ha reabierto las operaciones pero con restricciones se deja un 12,42%.
El índice Kosdaq ha cedido también un 7,5%. La Bolsa de Corea informó asimismo que la operaiva se inerrumpió automáticamente durante unos 20 minuos después de que Kospi cayera un 8%, según Reuters. "Los mercados asiáticos no están precisamente enamorados con las acciones de los bancos centrales", indica Stephen Innes, analista de Oanda. El BCE lanzó un 'paquete de emergencia de pandemia' la pasada noche, mediante el que comprará activos adicionales por valor de 750.000 millones de euros.
En otras partes del sudeste asiático, el índice compuesto de Yakarta cotizó un 5,35% más bajo. La Bolsa de Indonesia había anunciado anteriormente una pausa momentánea en el comercio después de que el valor de referencia de la región cayera un 5%.
En Australia, el ASX 200 bajó un 3,53%, después del desplome del miércoles del 7%. Los datos de empleos publicados el jueves por la Oficina de Estadísticas de Australia mostraron que la tasa de desempleo ajustada estacionalmente para febrero fue del 5,1%. Además, el Banco de la Reserva redujo las tasas de interés a un mínimo histórico de 0.25 por ciento y anunció un programa de compras de activos por primera vez en su historia para ayudar a prevenir una recesión provocada por el coronavirus.
Las acciones de China continental también cedieron cuando el compuesto de Shanghai disminuyó más del 2%, aunque recortó las caídas al cierre, por debajo del 1%, mientras que el compuesto de Shenzhen perdió un 1,461%, para acabar cerrando en verde, con un avance del 0,24%. El Nikkei 225 en Japón cayó 1,04%, mientras que el índice Topix agregó 0.95%.