- El presidente del BCE envía un mensaje más duro del esperado en el simposio de Sintra
- La divisa europea se aprecia un 7% contra la estadounidense en 2017
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El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha confirmado este martes que, puestos a sorprender, el euro tiene las de ganar contra el dólar. La 'moneda europea' se aprecia con fuerza después de que el banquero italiano haya sonado más duro de lo previsto en sus referencias a la inflación.
En 2014, el Banco Central Europeo (BCE) entendió que bien merecía un simposio como el que su homólogo estadounidense, la Reserva Federal (Fed), celebra final de agosto en Jackson Hole. En el caso de la entidad europea, lo celebra a finales de mayo o de junio y el cónclave tiene lugar en Sintra (Portugal). La cuarta edición arrancó este lunes, aunque el plato fuerte ha llegado un día después, con la intervención de Draghi. Y no ha defraudado.
De hecho, ha sorprendido, porque ha sonado más duro de lo previsto. "La amenaza de la deflación ha desaparecido y las fuerzas reflacionistas ya están en juego", ha afirmado. "En estas condiciones, podemos estar más seguros sobre el retorno de la inflación a nuestro objetivo de lo que lo estábamos hace unos años", ha asegurado.
Este convencimiento no ha pasado de largo en el mercado, que lo ha interpretado como un paso más hacia la futura retirada de los estímulos monetarios por parte del BCE. Y el euro lo refleja con claridad. La divisa europea se aprecia un 1,4% contra el billete verde, hasta los 1,1341 dólares. De este modo, alcanza su cambio más alto contra la moneda estadounidense desde septiembre y acumula una revalorización del 7% en lo que va de año.
La fortaleza de la divisa europea se proyecta sobre otras monedas. El euro sube un 1,9% contra el yen japonés, hasta los 127 yenes, y un 0,6% contra la libra, hasta las 0,88 libras.
Las palabras de Draghi también impactan en la deuda pública, donde son recibidas con ventas, con el consiguiente repunte de los rendimientos, que suben cuando el precio de los títulos baja. La rentabilidad del bono alemán a 10 años repunta del 0,25% al 0,37%, en tanto que la del bono español sube del 1,37% al 1,49%.
ACTUALIZANDO EL CALENDARIO
De este modo, los inversores empiezan a considerar que el BCE empezará a moverse de verdad en los próximos meses. Por ahora, la entidad ha dado los primeros pasos, consistentes en desterrar el riesgo de deflación y en revisar su guía futura sobre los tipos ('forward guidance') al confirmar que no bajarán más. Tras estos escarceos iniciales, el mercado espera que en septiembre ofrezca novedades sobre la futura -y gradual- retirada de su programa de compra de activos (APP, por sus siglas en inglés) y que en diciembre suba incluso los tipos de depósito o prepare el camino para hacerlo a comienzos del próximo año. En cuanto a los tipos oficiales, podrían subir a mediados de 2018. De hecho, y tras escuchar a Draghi en Sintra, el mercado da más de un 50% de probabilidades a que el BCE eleve el precio oficial del dinero en junio de 2018.
"Draghi ha sido muy convincente al describir la buena situación por la que pasa la economía europea y ha querido mandar un mensaje de fortaleza de la Unión Europea", apunta Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. Y añade: "En materia de política monetaria ha dejado caer que en su momento se realizará un ajuste gradual, lo que ha servido para elevar las expectativas sobre una retirada de estímulos".
Por el momento, eso sí, la Eurozona seguirá disfrutando de una política monetaria históricamente expansiva. Los tipos oficiales se encuentran en el 0% y los de la facilidad de depósito en el -0,40%, en tanto que con el APP seguirá dedicando 60.000 millones de euros al mes a la compra de deuda en el mercado al menos hasta finales de 2017. La prolongación de estas compras sigue engordando el balance del BCE. Durante la última semana creció hasta los 4,246 billones de euros, un volumen sin precedentes.