- Estos productos se han puesto de moda en los últimos años por la baja volatilidad imperante
El súbito retorno de la volatilidad a Wall Street en las últimas sesiones ya deja consecuencias. El 'VelocityShares Daily Inverse VIX Short-Term ETN' de Credit Suisse, un bono creado por la entidad suiza para apostar en favor de una baja volatilidad, pasará a la historia en unos días. El banco ha anunciado su liquidación este martes.
"Evento de aceleración". Es el nombre técnico de la cláusula, recogida en el prospecto del XIV, que es como se conoce realmente en los mercados a este producto, que ha invocado este martes Credit Suisse para comunicar que liquidará el producto. En concreto, establece que si el valor del bono cae por debajo del 20% del precio de cierre del día anterior -es decir, si sufre una caída del 80% o superior-, la entidad podrá cancelarlo. Y justo eso es lo que ha ocurrido. La 'fecha de defunción' está prevista para el 20 de febrero.
El lunes, y según los datos de la propia entidad, el XIV cerró a 99 dólares, con una caída del 14%. Pero tras el cierre las caídas arreciaron en el mercado fuera de hora después de que el índice de VIX, el termómetro para medir la volatilidad en EEUU, se disparara el lunes un 115%, la mayor subida de su historia, hasta alcanzar los 37 puntos.
Semejante estirón era una sentencia para el XIV, puesto que gana cuando el VIX baja o se mantiene bajo, pero sufre cuando sube. Sobre todo, cuando sube mucho. Este martes, la entidad refleja un precio de 4,22 dólares para su bono -que no fondo, puesto que es un ETN o bono cotizado y no un ETF o fondo cotizado-. Con este precio, el valor de mercado del bono se limita a 63,2 millones de dólares. En enero, cuando su precio marcó un máximo de 144,7 dólares, su valor de mercado alcanzó los 2.170 millones de dólares. Por el camino, por tanto, se han 'evaporado' 1.700 millones.
HIJO DE SU TIEMPO
El XIV y otros productos similares surgidos en torno a la volatilidad son hijos de los extraordinarios tiempos imperantes en los mercados en los últimos años. Al abrigo de la expansiva política monetaria de los bancos centrales y su cruzada para que los mercados financieros fueran una palanca de la recuperación, la volatilidad ha permanecido años anestesiada, un contexto que las firmas financieras han aprovechado para sacar activos con los que 'jugar' con la volatilidad.
Es lo que tiene la volatilidad. Que no avisa cuando llega. Pero que cuando llega lanza un claro aviso al mundo: cuidado con la complacencia
Como el VIX no es un índice replicable o en el que se pueda invertir directamente, sociedades como Standard & Poor's han creado índices que sirvieran como 'clones' del VIX que sí pudieran servir como subyacentes. Y luego han venido las entidades, como Credit Suisse, para crear productos cotizados como los ETNs (bonos o notas) o ETFs (fondos cotizados) con los que poder invertir.
A partir de ahí, la apuesta estaba servida. Quienes creían que la situación no era sostenible y que la volatilidad debía volver, se ponían largos en productos vinculados al VIX. Y han perdido mucho, puesto que como la volatilidad no terminaba de volver, soportaban las pérdidas derivadas de mantener abierta esa posición. Quienes, en cambio, pensaban que los bancos centrales lo tenían todo atado y bien atado y que la volatilidad seguiría baja o que incluso caería más, se ponían cortos en torno al VIX. Era lo que pasaba con el XIV. Y como el VIX seguía bajo mínimos -entre finales de 2016 y durante todo 2017 se movió entre los 8 y los 15 puntos- esta parte parecía la ganadora. Hasta que ha llegado la 'barrida' de las últimas sesiones. Y ahora les toca perder a quienes estaban en este lado del mercado.
"Diez años después de la crisis, la volatilidad y el miedo parecen haber desaparecido de los mercados financieros. Una expansión global sincronizada combinado con una persistentemente relajada política monetaria han producido un escenario de 'ricitos de oro' para todos los activos. ¿Seguirá siendo así otro año?", se preguntaban los expertos de Algebris Investments en su informe anual de 2018 para subrayar que lo que estaba pasando en los mercados no era normal. Por cierto, el título del informe era sintomático: '2018: complacencia irracional'. Pero el VIX se ha despertado. Es lo que tiene la volatilidad. Que no avisa cuando llega. Pero que cuando llega lanza un claro aviso al mundo: cuidado con la complacencia.