El Banco Central Europeo (BCE) ha sacado la artillería tras las criticas recibidas por su inacción en su reunión de la pasada semana. El organismo monetario ha lanzado un nuevo programa de compra de activos de 750.000 millones de euros para intentar aliviar las tensiones financieras en la eurozona. El nuevo programa ha sido denominado Pandemic Emergency Purchase Programme (PEPP), un Programa de Compra de Emergencia Pandémica.
Noticia relacionada
Los analistas van contra el mercado y creen que Lagarde acierta: "Ha sido inteligente"El BCE ha decidido lanzar "un nuevo programa de compra de activos temporal de valores del sector público y privado para contrarrestar los graves riesgos para el mecanismo de transmisión de la política monetaria y las perspectivas para la zona euro planteadas por el brote y la difusión creciente del coronavirus, Covid-19".
Este nuevo programa tendrá una dotación total de 750.000 millones de euros. Las compras se llevarán a cabo hasta finales de 2020 e incluirán todas las categorías de activos elegibles bajo el programa de compra de activos (APP) existente, de modo que el organismo podrá comprar unos 75.000 millones mensuales.
Las compras se distribuirán entre todos los territorios y se realizarán de manera flexible. Además, se otorgará una exención de los requisitos de elegibilidad para los valores emitidos por el gobierno griego. "El Consejo de Gobierno terminará estas compras una vez que juzgue que la fase de crisis del coronavirus Covid-19 ha terminado, pero en cualquier caso no antes de fin de año", ha detallado el organismo.
Noticia relacionada
Las medidas del BCE: 120.000 millones más de QE y financiación adicionalPor otra parte, ha ampliado el rango de activos elegibles bajo el programa de compras del sector corporativo (CSPP) a papeles comerciales no financieros, haciendo que todos los papeles comerciales de suficiente calidad crediticia sean elegibles para compra.
Por último, la entidad ha destacado que "el Consejo de Gobierno del BCE se compromete a desempeñar su papel de apoyo a todos los ciudadanos de la zona del euro en este momento extremadamente desafiante. Con ese fin, el BCE se asegurará de que todos los sectores de la economía puedan beneficiarse de condiciones financieras favorables que les permitan absorber este shock. Esto se aplica igualmente a las familias, empresas, bancos y gobiernos".
Así, ha añadido que "hará todo lo necesario dentro de su mandato y que "está totalmente preparado para aumentar el tamaño de sus programas de compra de activos y ajustar su composición, tanto como sea necesario y durante el tiempo que sea necesario" y que "explorará todas las opciones y todas las contingencias para apoyar a la economía a través de este shock".
Noticia relacionada
El BCE relaja los requisitos de capital de la banca para mantener el crédito en la crisisEn este sentido, ha confirmado que "en la medida en que algunos límites autoimpuestos puedan obstaculizar las acciones que el BCE debe tomar para cumplir su mandato, el Consejo de Gobierno considerará revisarlos en la medida necesaria para que su acción sea proporcional a los riesgos que enfrentamos. El BCE no tolerará ningún riesgo para la transmisión fluida de su política monetaria en todas las jurisdicciones de la zona del euro".
De forma paralela a la reunión, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, había asegurado que el instituto emisor debería usar todos sus instrumentos disponibles "rápida y masivamente".
UNA PRIMERA RESPUESTA INSUFICIENTE
La semana pasada, el BCE decidió mantener sin cambios los tipos de interés como respuesta al impacto del coronavirus, aunque decidió aprobar nuevas subastas de liquidez con condiciones ventajosas, mejoró por segunda vez las condiciones del tercer programa de operaciones de financiación a largo plazo con objetivo específico (TLTRO-III) y anunció que compraría activos por 120.000 millones de euros hasta final de año.
Sin embargo, el impacto del paquete quedó difuminado después de que la presidenta del organismo, Christine Lagarde, asegurara en la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria que no era labor del BCE reducir la primas de riesgo de los países, algo que ha sido muy criticado por la comunidad financiera.
El BCE ha subrayado esta mañana que está listo para ajustar todas sus medidas de la manera más apropiada en el caso que sea necesario por la propagación de la epidemia de coronavirus y que cuenta con el respaldo unánime de los miembros del Consejo de Gobierno de la institución para intervenir con el objetivo de salvaguardar la transmisión de su política monetaria en todos los países, después de que las declaraciones del gobernador del Banco Central de Austria hayan cuestionado la posición y capacidad de la institución.
INUSUAL COMUNICADO
Noticia relacionada
La banca europea pide 112.000 millones de dólares de liquidez al BCEEn un inusual comunicado, el BCE ha salido así al paso de las declaraciones de Robert Holzmann, gobernador del Banco Central de Austria y uno de los 'halcones' en el seno del Consejo de Gobierno del instituto emisor de la zona euro, quien, en una entrevista con el diario 'Der Standard', ha dado a entender que la política monetaria del banco central ha alcanzado sus límites y no puede solucionar la actual crisis, aún a costa de no estar a la altura de las expectativas de los mercados.
En la entrevista, el banquero austriaco ha señalado que "Lagarde dijo que la política monetaria había alcanzado sus límites. No podemos solucionar nosotros solos el problema, antes que nada es una cuestión de política fiscal. Es responsabilidad de los estados (...) Cuando los mercados comprendieron que Lagarde iba en serio y que había unanimidad en el Consejo de Gobierno, entendieron que no podíamos mantener los precios inflados en las bolsas".
"El Consejo de Gobierno fue unánime en su análisis de que, además de las medidas decididas el 12 de marzo, el BCE continuará vigilando de cerca las consecuencias para la economía de la propagación del coronavirus y que el BCE sigue listo para ajustar todas sus medidas, como sea apropiado, si fuera necesario para salvaguardar las condiciones de liquidez en el sistema bancario y garantizar la transmisión sin problemas de su política monetaria en todas las jurisdicciones", ha afirmado el BCE en respuesta a las palabras de Holzmann.