Las pérdidas latentes netas en la cartera de bonos de las entidades aumentarían en 155.000 millones en el peor escenario

MADRID, 28 (EUROPA PRESS)

La solvencia de los bancos de la zona euro se situaría en el escenario más pesimista en el 10,4% en tres años, lo que representa un consumo de capital de 4,8 puntos porcentuales, según las pruebas a las que el Banco Central Europeo (BCE) ha sometido a 98 entidades de la región, incluyendo 57 grandes instituciones examinadas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y otras 41 de tamaño medio.

"La prueba de resistencia muestra que el sistema bancario de la zona euro podría resistir una grave recesión económica", señala el banco central tras el examen al que ha sometido a un grupo de entidades representativas de aproximadamente el 80% de los activos totales del sector bancario en la eurozona.

Asimismo, las pruebas constatan que en, el escenario base, la ratio CET1 agregada aumenta en 1,3 puntos porcentuales, hasta situarse en promedio en el 16,4% a finales de 2025.

De tal manera, bajo el escenario base, la posición de capital de los bancos de la zona euro se proyecta que continúe aumentando, alcanzando un valor sin precedentes en relación con los niveles históricos al final del horizonte de la prueba de estrés.

El examen de 2023 a la banca de la zona euro muestra un consumo de capital al final del horizonte de tres años inferior al de pruebas de estrés anteriores, algo que el BCE atribuye principalmente a que los bancos en general estaban en mejor posición al comenzar el ejercicio y contaban con activos de mayor calidad y mayor rentabilidad.

"Estos factores ayudaron a los bancos a capear el escenario adverso, que supuso un período prolongado de alta inflación y tasas de interés elevadas", apunta la institución, recordadndo que, en muchos casos, el efecto beneficioso del aumento de los tipos de interés sobre los ingresos por intereses aún compensa el estrés sobre los costes de financiación.

En este sentido, el BCE señala que la acumulación de capital que se produjo durante la última década supone que la ratio de CET1 adversa resultante en este examen "está muy por encima de la ratio de CET1 del 8,3% proyectada en el escenario adverso en la prueba de resistencia de de 2014", realizada al inicio del Mecanismo Único de Supervisión.

En cuanto al distinto tamaño de las entidades examinadas, el BCE señala que los bancos más pequeños de la muestra experimentaron un mayor agotamiento de capital que los bancos más grandes supervisados por el BCE, con un consumo de 6,6 puntos porcentuales, en comparación con 4,6 puntos porcentuales, como consecuencia de su menor capacidad de generación de ingresos y mayores pérdidas crediticias en el horizonte de proyección.

Sin embargo, el BCE destaca que la ratio CET1 seguía siendo superior al de sus homólogos de mayor tamaño, con un resultado del 13,7% al final del horizonte de la prueba de esfuerzo, frente al 10,1% de los bancos más grandes, ya que su posición inicial también era superior, con una ratio de partida del 20,2% frente al 14,7% de las entidades de mayor tamaño.

MINUSVALÍAS LATENTES EN LA CARTERA DE BONOS.

Por otro lado, según los datos recopilados por el BCE junto con la Autoridad Bancaria Europea (EBA), los bancos de la zona euro bajo la supervisión del banco central contabilizaban pérdidas netas no realizadas de alrededor de 73.000 millones de euros en sus carteras de bonos mantenidas a coste amortizado en febrero de 2023. "Una cantidad global contenida", afirma.

Según la entidad, las pérdidas brutas no realizadas aumentaron gradualmente desde diciembre de 2021, alcanzando aproximadamente 124.000 millones de euros un año después, mientras que, durante el mismo período, los bancos utilizaron cada vez más coberturas para compensar estas pérdidas no realizadas.

"Después de contabilizar las coberturas, el nivel agregado de exposición al riesgo de tipo de interés de los bonos parece relativamente contenido en febrero de 2023", señala el banco central.

No obstante, el análisis mostró que las pérdidas netas no realizadas aumentarían en 155.000 millones de euros adicionales en caso de materializarse el escenario adverso de riesgo de mercado de 2023 contemplado en la prueba de estrés.

Por ello, el BCE pide a los bancos que presten la debida atención a las estrategias de riesgo de tipos de interés.

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