SANTANDER, 18 (EUROPA PRESS)
El director general de Triodos Bank en España, Mikel García-Prieto, ha reclamado un marco regulatorio que refleje las externalidades que generan las inversiones, con penalización en el capital para las inversiones contaminantes e incentivos para las 'verdes'.
Durante el seminario 'Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía' organizado por la Universidad Menéndez Pelayo y la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie), el directivo ha advertido de que la transición del sistema financiero la hará el propio sector o llegará igualmente de la mano de la regulación.
Según ha explicado, toda inversión tiene un impacto positivo o negativo, por lo que dichas externalidades deberían ser incluidas a la hora de valorar las inversiones.
En su opinión, una medida que sería "extraordinariamente efectiva" en el cambio hacia las finanzas sostenibles sería que la regulación permitiese un impacto positivo en capital para las inversiones limpias o de penalización para las contaminantes.
Además, esta medida permitiría utilizar esas reservas de capital para gestionar las incidencias que las propias inversiones generen.
"Si no se hace la transición con el propio sistema financiero, probablemente sea la regulación la que acabe obligando a hacer esos cambios, además de seguir damnificando la reputación del sector financiero", ha alertado García-Prieto.
En cualquier caso, ha reconocido que la transición es "difícil" por el complejo entorno regulatorio y de tipos de interés bajos, pero que es la gran banca la que debe liderar el cambio, utilizando la digitalización como un medio para hacer las finanzas más inclusivas y mejorar el servicio a los clientes.
Asimismo, el directivo de Triodos Bank ha destacado la necesidad de cambiar la política de inversión y "poner al servicio de la nueva economía los recursos para la economía verde". "Tenemos que ser más realistas en que el incremento de la desigualdad acabará generando mayor inestabilidad económica", ha advertido.
Además, apuesta por un cambio en los modelos de gestión, con políticas de inversión más vinculadas a la economía real, ya que "la visión cortoplacista no va a alcanzar los resultados esperados", lo que supone una revisión de los modelos de propiedad y de los incentivos.
Durante su intervención, García-Prieto también ha incidido en la transparencia respecto al impacto que genera la inversión y en la posibilidad de que los cliente decidan qué quieren que se haga con su dinero.