MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

DWS, brazo inversor de Deutsche Bank, ha previsto este martes en un encuentro telemático con los medios que la economía europea rebote en 2025 de la mano de la recuperación del sector manufacturero, en tanto que su apuesta sectorial se centra en segmentos como los bancos por los niveles de valoración.

En ese plano, los ejecutivos de la entidad también han puesto la mira en las empresas europeas de pequeña y mediana capitalización, ya que se beneficiarán de un reposicionamiento cíclico, así como del gran descuento que presentan por lo general las acciones europeas en comparación con sus pares de Estados Unidos.

Sobre la coyuntura macroeconómica de Europa para el próximo ejercicio, han agregado que la inflación se situará a lo largo del año en el nivel del 2%, presionado por el crecimiento de los salarios y la inflación del sector servicios, en tanto que el PIB de la eurozona repuntará dos décimas respecto al presente ejercicio, hasta rozar el 1%.

Por su parte, han previsto que el Banco Central Europeo (BCE) recorte los tipos de interés en cinco ocasiones de aquí a finales de 2025 y los deje en un nivel neutral del 2%.

De su lado, han esbozado en relación a Estados Unidos que el PIB modere su crecimiento en siete décimas para 2025 y situarse así en el 2%, mientras que la inflación decaerá cinco décima y alcanzará el nivel del 2,4% en 2025, si bien este proceso de desinflación se producirá con dosis de volatilidad.

En paralelo, la llegada de Donald Trump, cuyas políticas tendrán presumiblemente un impacto inflacionista, les ha hecho ajustar sus perspectivas de política monetaria para 2025: esperan menos recortes, de tal manera que los tipos alcancen a finales de 2025 el rango del 3,75%-4%.

En ese sentido, han apuntado que la desregulación tendrá un notable impacto que permitirá, junto a otros elementos, que las empresas registren crecimientos de los ingresos de doble dígito.

En cuanto a la política arancelaria anunciada por Trump para con China, los especialistas de DWS no creen que se llegue a tasas del 60% (las moderan al 34%) y, cuanto a la manera de llevarlas a cabo, apuntan que se hará de manera progresiva y no de una sentada.

De vuelta con las acciones estadounidenses, han previsto que el impacto positivo y las ganancias más amplias estimadas para el S&P 500 se prodigarán en sectores como el tecnológico, financiero, salud y motor.

En lo referente a activos de deuda, esperan que los rendimientos de bonos públicos se vayan reduciendo de la mano de los recorte de tipos de interés a ambos lados del océano Atlántico, en tanto que las rentabilidades seguirán siendo positivas en todas las clases, si bien han destacado en segmento como el crédito.

Ligado a esto, han remarcado que prefieren la deuda europea de alta calidad crediticia ('investment grade') que la de mayor riesgo ('high yield'), ya que los diferenciales de rendimiento están ajustados, y han apuntado en dirección a bonos sénior de bancos frente a emisores no financieros.

En un apartado ligado a activos alternativos, han citado que los inmobiliarios y la infraestructura se sitúan en un buen punto de partida para impulsarse en 2025.

"Probablemente no sea un año fácil para hacer previsiones", ha apuntado pese a todo el recientemente nombrado como nuevos director de inversiones, Vincenzo Vedda, en relación al ejercicio que está por llegar, en tanto que ha apostillado que esperan volatilidad y que tendrán revisar sus previsiones de forma regular.

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