MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Deutsche Bank ha apostado de cara a la segunda mitad del año por los bonos de alta calidad crediticia a ambos lados del Atlántico y las cotizadas europeas de mediano y pequeño tamaño en un contexto marcado por una nueva fase alcista de crecimiento a nivel mundial, la caída de la inflación y los recortes de tipos de interés por parte de los bancos centrales.
En el encuentro mantenido este martes con los medios, la directora de inversiones de la oficina española de Deutsche Bank, Rosa Duce, y el estratega de inversiones, Alejandro Vidal, han remarcado que los mercados financieros se encuentran en un entorno positivo.
En ese sentido, han desgranado que en renta fija se decantan por la deuda corporativa de alta calidad ('investment grade', en la jerga) por los atractivos cupones, en tanto que los bonos de alta calidad europeos y del sector bancario se están erigiendo como el "corazón" de sus carteras de deuda, según Vidal.
De su lado, han sostenido que la deuda de alto rendimiento ('high yield'), que renta entre el 6% y el 8% en Europa y Estados Unidos, respectivamente, no compensa ahora mismo por el elemento añadido de riesgo que hay que asumir respecto al 'investment grade', si bien han previsto que en el próximo año el diferencial entre estos dos activos se amplíe.
En un plano más amplio, desde el banco han explicado que esta coyuntura pasa por los recortes de tipos de interés de los bancos centrales, en tanto que prevén que el Banco Central Europeo (BCE) efectué tres recortes hasta junio de 2025, mientras que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos llevará a cabo su primer recorte a finales de este año y realizará otros dos hasta mediados de 2025.
De este modo, los tipos de interés se situarán con el tiempo en el entorno del 3%, mientras que la inflación irá decayendo al nivel objetivo del 2%.
Esto se traducirá, según la entidad, en una normalización de las curvas de tipos, esto es, con rebajas principalmente en los tramos más de corto plazo, mientras que las rentabilidades a más largo plazo se mantendrán altas durante más tiempo.
A propósito de la estrategia en renta variable, los ejecutivos de la firma han expuesto que, por un lado, hay que mantener la presencia en las grandes capitalizadas como los 'Siete Magníficos' de Estados Unidos y, por otra parte, hay que añadir a las carteras a cotizadas de pequeño y mediano tamaño.
Sobre este último punto, Vidal ha profundizado en que el escenario europeo ya deja atrás la denominada 'década pérdida' de la mano del elevado crecimiento de los beneficios y el descuento en las valoraciones que arroja en comparación con Estados Unidos.
"Después de años en los que tener renta variable europea era casi una rémora, ahora va a ser una oportunidad", ha enmarcado, en tanto que Duce ha acompañado que la Bolsa española va en línea con sus homólogos europeos.
En consecuencia, ha señalado que mantienen a este tipo de cotizadas como una "idea de convicción" que están incluyendo en sus distintas carteras y estrategias, pues son capaces de generar beneficios a un ritmo superior al del mercado.
Entrando al detalle de cómo incorporar a estos activos, Vidal ha explicado que la mejor vía para reducir el riesgo es a través de los fondos de inversión, pues permiten diversificar el capital en torno a un amplio número de compañías o incluso replicar el comportamiento de un índice.
Siguiendo con el ámbito de los parqués bursátiles, también han expresado en Deutsche Bank su apuesta por las Bolsas asiáticas (tanto Japón como China) con el foco en los sectores de tecnología, industria y consumo.
En lo referente a materias primas, los ejecutivos han expresado que mantienen una posición constructiva en torno al oro por la fuerte demanda tanto de inversores privados como institucionales, así como de bancos centrales como el chino en su objetivo de diversificar las reservas de divisas.
Con todo, en este apartado han apuntado que las perspectivas del cobre siguen siendo buenas y que el carbono presenta ahora mismo el mayor potencial a doce meses vista.
En cuanto al petróleo, que cotiza en torno a los 85 dólares actualmente en su variedad del barril de Brent, han apostado por la estabilidad en esa franja de precios, toda vez que los riesgos geopolíticos se contengan y haya un equilibrio entre oferta y demanda a cuenta de la actuación de la OPEP+ (que retira oferta para mantener precios altos) y el mundo 'No-OPEP+', con Estados Unidos a la cabeza (que suma oferta para que los precios no se disparen).
Por otra parte, la relación euro-dólar se mantendrá estable, situándose el euro en un tipo de cambio por debajo de los 1,1 dólares, toda vez que los dos bancos centrales en cuestión (BCE y Fed) avancen juntos en la política de flexibilización monetaria.
ESCENARIO MACROECONÓMICO
En cuanto al análisis macroeconómico, Duce ha sostenido que prevén que el nuevo ciclo alcista mundial se mantenga hasta 2025 gracias a un Estados Unidos que seguirá creciendo (un 1,6% en 2025) y una Europa que subirá impulsada por la recuperación de Alemania (país que crecería un 1,2% en 2025, el triple de lo previsto para este año), además de por la fortaleza laboral que apoyará al consumo doméstico.
Además, han enmarcado que este ciclo expansivo viene acompañado de una nueva productividad, en tanto que la Inteligencia Artificial (IA) se va incorporando poco a poco en la operativa de las empresas.
Sobre España, Duce ha analizado que ha sido una de las economías europeas que más ha crecido gracias al tirón del turismo y la buena evolución del mercado laboral, elemento instigado en buena medida por la llegada de población extranjera, una tendencia que ha previsto que se consolide. Además, los desembolsos previstos de los fondos NextGen deberían también proporcionar un impulso adicional al crecimiento.
En base a ello, desde Deutsche Bank esperan que España crezca un al menos un 2% para este 2024 y un 1,2% en 2025, si bien Duce ha recordado que el país tiene tareas pendientes como la baja productividad y el déficit estructuralmente alto.
Por otra parte, los riesgo a seguir, según la entidad, se concentran ahora en torno a las elecciones francesas, que supondrán un elemento de volatilidad en los mercados, en tanto que las elecciones estadounidenses le tomarán el relevo en ese sentido a partir de julio.
Por último, los ejecutivos han analizado el cambio de modelo de China, que ha pasado a ser un país exportador a uno que busca crecer por el consumo interno, al estilo de los países desarrollados.
Ligado a esto, no esperan grandes sustos por las guerras comerciales, aunque sí han constatado que "el mundo es hoy mucho más proteccionista" y que nos dirigimos a economías más auto-suficientes mediante la relocalización a largo plazo de los centros de producción.