La consejera delegada de Bankinter, Gloria Ortiz, ha subrayado que el crecimiento del banco en 2025 estará sostenido por la buena marcha de las economías de España, Irlanda y Portugal.
"Es cierto que Europa está teniendo un crecimiento muy bajo, pero es paradójico que los PIGS, los países que éramos el lastre hace unos años (...), ahora somos las economías más dinámicas y eso va a seguir así en los próximos años", ha indicado Ortiz durante su intervención en el 31º Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte y el diario 'ABC'.
La consejera delegada espera tener "crecimientos importantes a doble dígito" en Portugal e Irlanda a corto plazo. Respecto a España, aunque es un "entorno más duro", la banquera también ve "enormes posibilidades" de crecimiento.
Ortiz ha destacado que Bankinter está creciendo un 25% en patrimonio gestionado fuera de balance y ha anticipado que también se va a recuperar el crédito, algo que ya se está viendo en el segmento hipotecario.
De cara al año que viene, la CEO ha deslizado que no se plantea ningún escenario en el que se produzca un problema de morosidad. "Evidentemente vivimos en un entorno geopolítico tan convulso que lo imposible puede llegar a tener algún índice de probabilidad, pero no nos planteamos que pueda haber en los casos base ni en los casos adversos una crisis de morosidad", ha remachado.
Preguntada por los niveles de cotización tanto de la banca en general como de Bankinter en particular, Ortiz ha indicado que "no es la adecuada", sino que tendrían que estar cotizando a múltiplos de ganancias (PER, por sus siglas en inglés) más cercanos a las 10 veces.
En su opinión, la banca europea y española no cotiza a unos múltiplos mayores porque el exceso de regulación en Europa "es un lastre", así como el exceso de demanda de capital y la imprevisibilidad fiscal en algunos países, como España. Además, ha indicado que la previsible desregulación del sector financiero que pasará en Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump llevará a que la brecha de cotización entre bancos estadounidenses y europeos se agrande.