- Los mismos analistas sostienen que de que han surgido nuevos factores como el envejecimiento de la población
las casas españolas han podido ahorrar alrededor de 34.600 millones los últimos ocho años, tiempo desde que comenzó la crisis, por la caída de los tipos de interés. Al mismo tiempo, las sociedades no financieras pudieron ahorrar 48.000 millones de euros, según los analistas financieros.
Esta es una de las conclusiones del primer 'Panel de Seguimiento Financiero de la Economía Española' del Instituto Español de Analistas Financieros y la Fundación de Estudios Financieros (IEAF-FEF), que concluye que aún restan desafíos que acometer para llegar a un nivel de estabilidad adecuado.
Los mismos analistas sostienen que de que han surgido nuevos factores como el envejecimiento de la población y la irrupción de las nuevas tecnologías que dificultan las predicciones sobre cuál será su impacto a largo plazo en aspectos como la inversión y el ahorro.
LOS PUNTOS QUE HAN FAVORECIDO
Según el panel, las políticas llevadas a cabo por el Banco Central Europeo y la permanencia de unos tipos de interés en mínimos históricos han favorecido la capacidad de financiación de la economía española, la estabilidad de la deuda pública o la reducción del coste financiero de las familias y empresas.
No obstante, para mantener esta tendencia y evitar que peligre la recuperación y la calidad de la misma ve necesario que la vuelta a la política restrictiva por parte de la institución monetaria no se realice de forma "abrupta".
Durante la presentación del panel participaron José Boscá y Javier Ferri, ambos profesores de la Universidad de Valencia y Fedea. Ferri destacó que España se encuentra en camino de recuperar la tasa de ahorro previa a la crisis del 22,7% del PIB, muy cercana a la media de la zona euro (23,2%).
Esta misma situación se repite en España, cuya tasa se encuentra sobre el 20,3%, después de haber caído casi el 40% durante la crisis, igualando prácticamente a los países de la zona euro y Estados Unidos.
Asimismo, afirmó que si persiste la tendencia de ruptura de la correlación negativa entre el superávit público y la balanza por cuenta corriente iniciada en 2014 con la recuperación, la economía podría asistir a tasas de crecimiento positivas del PIB con capacidad neta de financiación de todos los sectores institucionales y con el consiguiente superávit por cuenta corriente, algo inaudito en la historia reciente".
RITMO "MODERADO" DE REDUCCIÓN DE DEUDA PÚBLICA
Por su parte, Enric Fernández, de CaixaBank Research, mostró su preocupación porque la reducción de la deuda pública se esté produciendo a un ritmo moderado, a pesar de tener una situación favorable, y por el elevado déficit. La deuda pública alcanzó el 99,4% del PIB en 2016 y las previsiones recogidas en el Plan de Estabilidad del Gobierno de España la sitúan en el 92,6% en 2020 y en el 60% en el 2032, momento en el que dejaría de estar en una zona de debilidad.
El endeudamiento financiero de los hogares y las empresas está cercano a la zona euro después de producirse un "desapalancamiento muy importante". Enric Fernández detalló que el 80% de la deuda de las familias está relacionada con la compra de la vivienda, una situación que se va a prolongar en el tiempo.
La reducción de los tipos de interés ha supuesto un ahorro financiero para las familias de más de 34.600 millones de euros entre 2008 y 2016, y para las empresas no financieras por encima de los 48.700 millones.
En cuanto al impacto que pudiera producir una próxima subida de los tipos de interés, el experto mostró su preocupación porque se mantengan los puestos de trabajo o los flujos de ingresos de las familias. La carga financiera para pagar deuda supera el 25% en los hogares de menor renta, y alcanza el 40% en el 15% de los mismos.
ESPAÑA NECESITA UNA DÉCADA DE SUPERÁVIT POR CUENTA CORRIENTE
De su lado, director general adjunto de Economías e Investigación del Banco de España, Óscar Arce, advirtió de que España tiene un endeudamiento externo elevado, de casi el 100% del PIB, por lo que "se trata de uno de los legados más visibles del anterior ciclo expansivo y de la crisis".
Arce considera que la elevada posición neta deudora que mantiene la economía española constituye un elemento de vulnerabilidad, aunque matiza que no contempla un shock similar al registrado en 2012.
Para llegar a niveles equiparables al de otros países, España requiere mantener un superávit por cuenta corriente de manera persistente durante más de 10 años, según el experto. Tras varios años de fuerte desendeudamiento por parte de los hogares y sociedades no financieras, el mayor ajuste en cuanto a necesidades financieras en estos momentos se concentra en las administraciones públicas.
A este respecto, Arce resaltó las actuaciones positivas que se han producido desde el inicio de la crisis, como la creación del Mecanismo Único de Supervisión, enfocadas a reforzar y asegurar la Unión Económica y Monetaria, pero apuntó que el sistema debe avanzar adicionalmente para alcanzar una configuración más próxima a una unión económica y monetaria genuina.
"Es necesario mejorar la unión financiera para mejorar también la movilidad de la inversión entre países y la posición cualitativa de la deuda externa española". "La UEM debe servir para limitar los riesgos que generan los elementos de heterogeneidad entre los países miembros y para maximizar las oportunidades", dijo.