La Fiscalía mantiene la petición de dos años de cárcel por administración desleal o tres años por apropiación indebida para el expresidente de Kutxabank Mario Fernández, el exdelegado del Gobierno Mikel Cabieces y el abogado Rafael Alcorta, al considerar que "hay pruebas suficientes para condenarles". Además, ha asegurado que "no hay una sola prueba tangible" del trabajo realizado por Cabieces, pero ha explicado que, en todo caso, lo hiciera o no, Kutxabank "salía perdiendo".
Por su parte, la acusación particular se ha adherido a las conclusiones del ministerio público, aunque subsidiariamente mantiene que se condene a tres años y medio de cárcel al exdelegado del Gobierno y Alcorta, y a dos años y tres meses de prisión a Fernández.
Este viernes concluye en la Audiencia Provincial de Bizkaia el juicio contra los tres procesados por los presuntos pagos irregulares por importe de 243.592 euros que realizó Kutxabank durante el mandato de su anterior presidente a Mikel Cabieces, a través de un incremento del contrato de iguala que la entidad tenía con el bufete de Rafael Alcorta.
Durante la lectura de sus conclusiones, que ha elevado a definitivas, el fiscal ha afirmado que hay "pruebas suficientes" para que se dicte una sentencia condenatoria y cree que los encausados actuaron de "común acuerdo" para causar "quebranto" al banco vasco.
EN DETRIMENTO DEL PATRIMONIO DE LA ENTIDAD
A su juicio, se produjo una decisión de "beneficiar económicamente" a un tercero, Cabieces, en detrimento del patrimonio de la entidad financiera, que, independientemente de si los servicios del exdelegado del Gobierno "se prestaron o no, siempre salía perdiendo".
El representante del ministerio público cree que "no hay ni un sólo rastro del trabajo de Cabieces en tres años". "No hay una sola prueba tangible"", ha asegurado. Tras la lectura de las conclusiones por las partes, el juicio quedará visto para sentencia.