El fondo, que tiene como objetivo levantar 200 millones de euros, ya ha efectuado dos inversiones
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El fondo de capital riesgo ('private equity', en la jerga) de la gestora Kibo, denominado Nzyme, con el apoyo de Oliver Wyman, echó a andar hace un año con su inscripción en los registros de la CNMV con el objetivo de lanzarse a por sectores en el mercado que "no están bien servidos" en España, así como en Portugal, un mercado que también otea.
Los gestores del vehículo, Fernando Díaz (exdirectivo de Advent) y Juan López (socio de Kibo), ahondan en una entrevista con Europa Press en el perfil de "compañías pequeñas y medianas, en este caso en sectores más tradicionales, pero donde la tecnología podría jugar un papel muy importante" como idea sobre la que pivota la tesis de inversión en la que llevan trabajando desde hace dos años.
"Hasta ahora no teníamos un vehículo para hacer este tipo de inversiones", remarcan a la hora de apuntar a pymes -el tejido empresarial que compone a España, recuerdan- de los sectores de software, servicios de empresas o 'business services' y, de manera más general, cualquier empresa que sea susceptible de crecer mediante adqusiciones.
Sobre la entrada en este segmento de pymes, los gestores son claros: "sencillamente no hay competencia", apuntan para seguidamente explicar que es un área que no está en el radar de los grandes fondos.
Su operativa inversora, por tanto, suele centrarse en compañías tradicionales ("la mayoría llevan existiendo muchísimo tiempo, no son de reciente crecimiento") en las que puede entrar en juego la palanca tecnológica que ayude a modernizar el negocio, así como la compra de competidores para, en definitiva, conseguir que escalen las entidades por las que apuestan.
"Hay muchas compañías que su servicio de contabilidad se lo ha instalado con un CD", ejemplifican como muestra de que su tesis de transición tecnológica tiene recorrido por delante: "Estamos tratando de crecer mediante adquisiciones, modernizándolas, ayudándolas al llegar al siglo XXI".
Entrando en datos, el objetivo del fondo es levantar ('fundraising', en la jerga) 200 millones de euros, en tanto que ya llevan cerca de la mitad, unos 70 millones, una cifra con la que dice estar encantados a la vista del parón del sector en 2023 en cuanto a la captación de recursos.
Sobre el perfil inversor que entra al vehículo, detallan que "la mayoría de la gente que invierte en nosotros son 'family offices', inversores institucionales o empresarios; todos ellos, de una u otra manera, han estado en su día a día cerca de esto [las pequeñas y medianas empresas]".
Dentro de ellos, se encuentan nombres como el del presidente de Renta 4 Banco, Juan Carlos Ureta, o el consejero delegado de Next Chance Group, Nicolás Luca de Tena.
Ligado a esto, han adelantado que están en conversaciones con entidades públicas para los próximos cierres del fondo.
Acerca del tamaño de la cartera, prevén que esté compuesta por en torno a una decena de empresas, lo que implica una inversión de entre 15 y 20 millones de euros por cada una. La idea en plazos es invertir todos los fondos a los primeros cinco años y desinvertirlos en los siguientes cinco o seis siguientes.
Preguntados por las rentabilidades que prevé obtener el vehículo a través de sus distintas operaciones, los gestores muestran cautela, pero acaban deslizando que, si bien el objetivo que tienen todos estos fondos es superar el 25%, ellos esperan estar por encima.
Por otra parte, han destacado que dentro de su estrategia, la sostenibilidad juega una baza importante, ya que es "una puerta a hacer negocio a un nivel diferente", en tanto que muchas veces las pymes que estudian carecen de cualquier labor al respecto lo que, por ejemplo, les cierra las puertas a asociarse con grandes empresas que exigen cumplir con esos estándares.
En cuanto a los riesgos que encara el equipo gestor a las riendas del vehículo, el principal que mencionan es el de hacer crecer e integrar relativamente rápido a compañías pequeñas, especialmente en el supuesto de empresas que adquieren a otras: "Eso en sí mismo es una tarea muy difícil".
Otros temas más externos, como la evolución de los tipos de interés, no les genera especial preocupación: "El apalancamiento que metemos en estas compañías es bajo, es bastante moderado; por tanto, ahí estamos un pelín más blindados que otras estrategias".
PRIMERAS INVERSIONES
El fondo efectuó el pasado diciembre su primera inversión en dirección a hacerse con una participación mayoritaria en Dental Ibérica, entidad asturiana dedicada a la distribución de productos odontológicos con más de 35.000 referencias en su catálogo, medio centenar de empleados, 20 millones de euros en ventas y un crecimiento de doble dígito desde 2008.
La segunda inversión llevada a cabo por Nzyme ha sido en Equinvest, una empresa de distribución veterinaria de medicamentos y suplementos alimenticios para la salud de caballos.
Los números que avalan esta operación, según los gestores, son la facturación de cinco millones de euros, la cartera de 11.000 clientes y el potencial del mercado español, en el que habitan 700.000 caballos.