MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Jean-Claude Trichet ha decidido apoyar públicamente a su sucesor al frente de la entidad, Mario Draghi, frente sus críticos, respaldando así sus decisiones de aprobar sucesivos estímulos para la economía de la eurozona.

En un artículo de opinión publicado este lunes en el 'Financial Times' y titulado 'Los críticos de Draghi están equivocados', el francés ha subrayado que no está de acuerdo con la carta publicada la semana pasada por seis exbanqueros centrales. En dicho documento, antiguos miembros del BCE criticaron abiertamente a Mario Draghi, asegurando que su política monetaria se basaba en un diagnóstico "erróneo".

El documento estaba firmado por los exmiembros del BCE Ottmar Issing y Juergen Stark, que formaron parte del Comité Ejecutivo de la autoridad entre 1998 y 2006 y 2006 y 2011, respectivamente; así como por el exgobernador del banco central de Austria Klaus Liebscher, el expresidente del Bundesbank Helmut Schlesinger, el exgobernador del banco central de Países Bajos Nout Wellink y el antiguo subgobernador del Banco de Francia Herve Hannoun.

Los seis exbanqueros defendieron que el BCE había alterado "de facto" la definición inicial de estabilidad de precios, aludiendo a que en origen se delimitó que dicha variable debería estar por debajo del 2%, por lo que 1,5% tendría que ser aceptable.

Sin embargo, Trichet ha subrayado que en 1998, cuando se estableció el BCE, se delimitó que estabilidad de precios se traducía en un crecimiento del índice de precios al consumo (IPC) armonizado por debajo del 2%, pero eso "no equivale a un rango entre el 0% y el 2%", ha puntualizado.

Con respecto a las medidas "no convencionales" de política monetaria, el expresidente del BCE ha asegurado que las decisiones tomadas bajo su mandato y el de Draghi fueron "necesarias" y "valientes".

"No es acertado decir, como hacen los autores del documento, que existe un 'amplio consenso' en que la expansión cuantitativa ya no está teniendo un impacto positivo en la demanda doméstica", ha apostillado Trichet.

"Con respecto a los tipos de interés, no hay estimaciones empíricas que sugieran que el BCE está en un punto en el que las consecuencias adversas de tipos negativos sobrepasen a las positivas", ha añadido el predecesor de Draghi.

En su artículo, también ha respaldado la idea defendida por Draghi de que la política monetaria del BCE no puede hacerlo todo por sí sola, sino que necesita el apoyo fiscal de los países miembros del euro que dispongan de espacio de maniobra, así como reformas estructurales.

"Los ataques a la política monetaria del BCE están equivocados. La energía estaría mejor empleada pidiendo a las instituciones de la Unión Europea, los gobiernos nacionales, los parlamentos y los actores sociales que cumplan sus obligaciones", ha concluido Trichet.

CRÍTICOS TAMBIÉN DENTRO DEL BCE

En septiembre, el instituto emisor decidió aprobar un completo paquete de estímulos que incluía una rebaja en el tipo de interés de facilidad de depósito, hasta el -0,5%, la segmentación de dicha tasa para no perjudicar el exceso de reservas de los bancos, una mejora en las condiciones del tercer programa de operaciones de financiación a largo plazo con objetivo específico (TLTRO III), el reinicio de las compras netas de activos y el compromiso de mantener los tipos bajos por un periodo de tiempo prolongado.

Varias semanas después de anunciarse estas medidas, el gobernador del banco central de Francia, François Villeroy, se mostró en contra de reiniciar las compras netas de activo porque no eran "necesarias".

Previamente, el presidente del banco central de Alemania (Bundesbank), Jens Weidmann, afirmó que la autoridad presidida por Mario Draghi fue más allá de sus objetivos y que un paquete con tantos estímulos "no era necesario".

De su lado, el presidente del banco central de Austria (Oesterreichische Nationalbank), Robert Holzmann, opinó que las nuevas medidas anunciadas eran un "error", mientras que su homólogo holandés, Klaas Knot, calificó el paquete de "desproporcionado".

Poco más de diez días después de aprobar el paquete de estímulos, la alemana Sabine Lautenschläger decidió dimitir de su cargo en el Comité Ejecutivo del BCE, sin dar ninguna justificación ni explicación.

Lautenschläger había sido uno de las voces críticas dentro del Comité Ejecutivo del BCE contra el paquete de estímulos que aprobó la entidad en su reunión de enero.

"Me preocupa fijar incentivos equivocados a los gobiernos si reiniciamos el programa de compra de activos y adquirimos más bonos soberanos. Lo que hace falta son reformas estructurales que fomenten el crecimiento sostenible", aseguró apenas dos semanas antes de que el BCE tomara su decisión de comprar 20.000 millones de euros netos mensuales en activos.

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