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Archivo - La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.FMI - Archivo

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

La independencia de los bancos centrales para llevar a cabo su mandato resulta fundamental para ganar la lucha contra la inflación y lograr un crecimiento económico estable a largo plazo, según la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, para quien las autoridades monetarias pueden verse presionadas en un 2024 cargado de convocatorias electorales, incluyendo las elecciones de Estados Unidos o Reino Unido.

"Cada vez son más las peticiones de recortes de los tipos de interés, aunque sean prematuros, y es probable que se intensifiquen cuando la mitad de la población mundial vote este año", ha advertido la economista búlgara.

En este sentido, Georgieva considera que los riesgos de interferencia política en la toma de decisiones de los bancos y en el nombramiento de personal "están aumentando" y que los responsables de determinar la política monetaria pueden sufrir presiones "en medio de una ola de elecciones este año". "Los gobiernos y los banqueros centrales deben resistir estas presiones", ha subrayado.

La directora del FMI sostiene que el éxito hasta ahora de los bancos centrales en domar la inflación se debe en gran medida a la independencia y credibilidad que muchas instituciones han construido en las últimas décadas.

Así, recuerda que esta situación "contrasta marcadamente" con la inestabilidad económica que prevaleció durante el período de alta inflación de los años 70, cuando los bancos centrales no tenían mandatos claros para priorizar la estabilidad de precios, ni leyes claras que protegieran su autonomía y los políticos los presionaron a menudo para que bajaran las tasas de interés cuando la inflación era alta.

"La independencia del banco central es importante para la estabilidad de precios, y la estabilidad de precios es importante para un crecimiento consistente a largo plazo", subraya Georgieva.

No obstante, la directora del FMI reconoce que para ejercer este poder enorme en sociedades democráticas, la confianza es clave y los bancos centrales deben ganarse esa confianza a través de una gobernanza sólida, transparencia y rendición de cuentas, además de cumplir con sus responsabilidades fundamentales.

En su opinión, una gobernanza sólida ayuda a garantizar que la política monetaria sea predecible y sustente objetivos de largo plazo, en lugar de ganancias políticas de corto plazo, y debería comenzar con un mandato legislativo claro que establezca la estabilidad de precios como objetivo principal, incluso si el empleo se coloca en el mismo nivel, como ocurre con el mandato dual de la Reserva Federal de Estados Unidos.

"Una gobernanza fuerte e independencia significan que los banqueros centrales deben tener control de sus presupuestos y personal, y no estar sujetos a un fácil despido basado en sus opiniones políticas o acciones tomadas dentro del mandato legal", defiende Georgieva, añadiendo que, a cambio, "deben rendir cuentas y ser transparentes".

POLÍTICAS FISCALES "PRUDENTES".

Por otro lado, Georgieva señala que los gobiernos en el desempeño de sus responsabilidades pueden ayudar de forma clara a los banqueros centrales a lograr los objetivos encomendados y sortear los riesgos, no sólo mediante las leyes que proclaman la independencia de las entidades, sino también "siguiendo la letra y el espíritu de dichas leyes".

Para la economista búlgara esto también implica tener en cuenta cómo otras políticas impactan el trabajo de los bancos centrales, por lo que implementar "políticas fiscales prudentes" ayuda a reducir el riesgo de "dominio fiscal", la presión sobre el banco central para dar financiación a bajo coste al Gobierno, lo que en última instancia aviva la inflación.

Asimismo, esta prudencia fiscal también proporciona más espacio presupuestario para apoyar la economía cuando sea necesario, reforzando la estabilidad económica.

Otra responsabilidad del Gobierno, a menudo compartida con los bancos centrales, que la directora del FMI considera a tener en cuenta es la de velar por un sistema financiero fuerte y bien regulado, ya que la estabilidad financiera beneficia a toda la economía y reduce el riesgo de que el banco central se muestre reacio a subir las tasas de interés por temor a provocar una crisis financiera.

En este sentido, defiende que las medidas adoptadas para fortalecer las instituciones financieras desde la crisis financiera mundial, han permitido a los bancos centrales aumentar con rapidez las tasas en el ciclo reciente sin socavar el sistema financiero.

"Cuando los bancos centrales y los gobiernos desempeñan cada uno su papel, hemos visto un mejor control de la inflación, mejores resultados en materia de crecimiento y empleo, y menores riesgos para la estabilidad financiera", apostilla.

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