- "Las compañías de gestión de activos se han utilizado con éxito en Irlanda y en España y otros países podrían y deberían hacer los mismo", ha indicado el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vítor Constancio
- Además, ha señalado que ha expresado que si estas sociedades se crean "con cuidado" no tienen por qué suponer "resultados negativos"
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Vítor Constancio, ha defendido la creación de "compañías de gestión de activos" o 'bancos malos' a nivel nacional para solucionar el elevado nivel de créditos dudosos en los balances de los bancos europeos, y para ello ha puesto el ejemplo del "éxito" que han tenido estas sociedades en Irlanda y en España, a través de la Sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb)
"Las compañías de gestión de activos se han utilizado con éxito en Irlanda y en España y otros países podrían y deberían hacer los mismo. Ayudaría si existiese un modelo europeo que armonice las condiciones para todos los países", ha explicado ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
Constancio ha recurrido en varias ocasiones al "éxito" que han tenido los 'bancos malos' en Irlanda, con el 'banco malo' NAMA, y en España mediante la Sareb, al mismo tiempo en que ha insistido en que es el consejo "normal" que hace el Fondo Monetario Internacional (FMI) para enfrentarse a altos niveles de créditos dudosos en los balances de los bancos.
El portugués ha recordado que esta fue una de las conclusiones adoptadas por los ministros de Finanzas de la UE en su reunión informal del viernes en La Valeta (Malta), así como que la Comisión Europea desarrollará "una estrategia y un modelo" para tratar los créditos improductivos (NPL por sus siglas en inglés) a nivel nacional. "No se contempló una compañía de gestión de activos paneuropea", ha enfatizado.
Así, el vicepresidente del BCE ha expresado que si estas sociedades se crean "con cuidado" no tienen por qué suponer "resultados negativos" y ha aseverado que dan "más tiempo" para "trabajar con los activos e intentar venderlos".
"Mientras la situación del sector bancario mejore y la recuperación esté mejor apoyada, entonces la recuperación en sí misma empujará los precios de los activos de un modo en que se proteja el funcionamiento de las compañías de gestión de activos", ha apuntado.
NO HAY RAZONES PARA REVISAR LA POLÍTICA MONETARIA
Constancio ha comparecido ante la comisión europarlamentaria para dar cuenta del informe anual del BCE. Durante su intervención ha insistido en la idea ya expresada por el presidente del banco, Mario Draghi, la semana pasada, de que la política monetaria actual es "adecuada" que en este momento no está justificado un "replanteamiento" de la misma.
"Aunque las condiciones cíclicas han mejorado, todavía necesitamos solucionar, sin retrasos, el legado de la crisis y reforzar los fundamentos estructurales de nuestra Unión", ha argumentado.
En este sentido, Constancio ha subrayado que las medidas adoptadas en marzo del año pasado por BCE han "alimentado" con efectividad a la economía y se han añadido al "sustancial estímulo monetario" que ya existía en ese momento. En la misma línea, ha defendido que estas acciones protegen a las condiciones de financiación "que son todavía necesarias para impulsar la vuelta a tasas de inflación hacia niveles inferiores pero cercanos al 2% en el medio plazo".
Con respecto precisamente a la evolución de los precios, el vicepresidente del BCE ha señalado que la inflación subyacente "sigue careciendo de una tendencia al alza creíble" y ha remarcado que el repunte de la inflación nominal se debe principalmente a los incrementos en los precios de la energía y los alimentos.
Por otro lado, Constancio ha enumerado los cuatro desafíos a los que se enfrenta el sistema financiero europeo, según recoge el informe anual elaborado por el BCE, que son la mayor posibilidad de un incremento global de las primas de riesgo, un aumento de la "espiral negativa" entre la "débil" rentabilidad de la banca y el "bajo crecimiento nominal", la incertidumbre política y el incremento del riesgo de liquidez en el "rápido crecimiento" del sector de los fondos de inversiones.