MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

La nueva regulación introducida a raíz de la reciente crisis financiera ha impulsado la desintermediación en los mercados, aumentando la resiliencia de las entidades ante posibles sacudidas, lo que ha contribuido a mejorar la estabilidad financiera, aunque al mismo tiempo ha reducido en cierta manera la capacidad de las entidades de competir en la intermediación de algunos flujos financieros, según ha indicado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

En su intervención durante las jornadas organizadas por Banco de España y SUERF (Foro Europeo de Dinero y Finanzas), De Cos ha recordado que los mercados de capitales en Europa se encuentran menos desarrollados que en EEUU, añadiendo que aquellas estructuras financieras sustentadas exclusivamente en una o dos fuentes de financiación "son probablemente subóptimas".

"La experiencia de la reciente crisis global claramente demuestra que las empresas que únicamente confían en financiación bancaria tuvieron más dificultades para acceder a financiación externa que aquellas empresas con mayor diversidad de fuentes", señaló el banquero español.

No obstante, De Cos ha destacado el creciente peso de los mercados europeos de capitales como fuente de financiación de las empresas como consecuencia de factores de naturaleza transitoria, como el programa de compras de deuda corporativa del Banco Central Europeo (BCE), que rebajó los costes de financiación de las empresas mediante la emisión de deuda, y otros de carácter más permanente, como la nueva regulación global introducida en respuesta a la crisis, así como el lanzamiento de nuevos mercados alternativos.

"Estos cambios en la estructura de los mercados financieros, en combinación con la emergencia de nuevos avances tecnológicos, supone un reto para los bancos. Particularmente en su situación actual de baja rentabilidad de los sistemas bancarios en Europa", apuntó.

Asimismo, el gobernador del Banco de España destacó que estos avances tecnológicos han permitido reducir las barreras de entrada en actividades tradicionalmente bancarias, creando la oportunidad para que nuevos competidores de los bancos, como las Fintech, tengan acceso a los clientes de las entidades de una manera muy dinámica y una inversión modesta.

Sin embargo, Hernández de Cos consideró que las nuevas tecnologías no representan solo una amenaza para los bancos, sino que también ofrecen oportunidades en términos de ganancias de eficiencia, incluyendo la aplicación de inteligencia artificial al tratamiento de grandes bases de datos, mientras que para el conjunto de la sociedad suponen la oportunidad de elevar el grado de inclusión financiera al reducir los costes de intermediación.

MENOS PRESENCIA DE LOS BANCOS.

En este sentido, el gobernador del banco de Irlanda, Philip Lane, ha destacado en el mismo acto el "cambio de paradigma estructural" para la economía europea, con un sector financiero cada vez más diversificado y en el que el peso de los bancos cada vez será menor.

"Esto tiene aspectos positivos porque las familias y empresas estarán menos expuestas al sector bancario", ha indicado el banquero irlandés, añadiendo que, por contra, esta situación implica un incremento de los riesgos relacionados con la intermediación financiera no bancaria.

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