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En caso de retroactividad, los costes adicionales podrían ir desde 2.300 millones en un grado de 4 años, a 16.900 millones si se extiende a 15 años.

MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

DBRS considera que, si se confirma la decisión tomada por el Tribunal Supremo en su sentencia hecha pública el pasado jueves en la que corresponde a los bancos asumir el pago del impuesto sobre escrituras hipotecarias, el sector sufrirá un aumento de sus costes operativos.

No obstante, aunque la decisión del alto tribunal aún es incierta, a la espera de que se confirme o anule el próximo 5 de noviembre en el Pleno, la firma crediticia cree que el impacto para las entidades españolas es "manejable" con arreglo al escenario de referencia, si bien el resultado final podría dejar la puerta abierta a unos costes adicionales "significativos".

Así, DBRS confía en una ratificación de la sentencia pero sin grado de retroactividad. Este es el primer escenario que contempla la firma y que señala como de 'alta probabilidad'. Si finalmente el Supremo se decanta por esta opción, DBRS calcula que los costes de la banca podrían aumentar en 700 millones anuales o alrededor del 8% del beneficio neto acumulado de los últimos cuatro trimestres.

Bajo este marco, la firma canadiense señala que los bancos probablemente traspasarán los costes adicionales de tener que asumir un nuevo impuesto a los clientes, tal y como indicaron fuentes del sector a Europa Press la semana pasada, que aseguraron estar preparando una subida generalizada de los precios hipotecarios. "Como resultado, el impacto neto en la rentabilidad sería neutral", indica DBRS.

Como segundo supuesto con 'probabilidad media', DBRS apunta a una confirmación de la decisión con un grado de retroactividad de 4 años. En este caso, además de los costes anuales más elevados expuestos en el primer escenario, los bancos podrían asumir una responsabilidad potencial de unos 2.300 millones de euros, o el 26% del beneficio neto acumulado en los últimos cuatro trimestres, relacionada con las reclamaciones.

El tercer escenario que baraja DBRS, aunque considera de 'baja probabilidad', es el de un grado de retroactividad de hasta 15 años, lo que podría suponer un golpe sobre sus cuentas de unos 16.900 millones de euros en el conjunto del sistema bancario, o dos años de beneficios netos acumulados, más el incremento de 700.000 euros en costes operativos anuales del primer supuesto.

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