La incertidumbre política en España por la falta de gobierno casi cuatro meses después de las elecciones no asusta a los expertos. Al menos a los de la gestora DWS, que en su último informe aconseja invertir en deuda soberana española como forma de protegerse de las "extravagancias" que se han producido en el mercado en las últimas semanas.
Estos analistas creen, de hecho, que los bonos españoles a 10 años son una de las mejores inversiones que se pueden elegir en lo que a renta fija se refiere durante los próximos tres meses. Según explican, "la búsqueda de rentabilidad continuará", por lo que hay que apostar por valores que respondan a esa necesidad, y la deuda española está entre ellos. La gestora DWS ha modificado su táctica sobre deuda soberana y ahora se muestra positiva con los bonos españoles, ya que ve "sólidos fundamentos" a pesar de los retrasos en la formación de un nuevo gobierno.
Hay que recordar que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, fracasó en julio en su intento por revalidar su cargo en La Moncloa, y ahora ha comenzado una nueva ronda de contactos con organizaciones sociales en busca de un nuevo acuerdo que permita su investidura. Quiere presionar a Unidas Podemos para que apoye su candidatura, aunque dice que, en cualquier caso, ya no habrá Ejecutivo de coalición, como quiere la formación morada. El problema es que el reloj ya ha empezado a correr, y si para el 23 de septiembre no hay nuevo gobierno, habrá que convocar nuevas elecciones.
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El bono español apenas acusa las dudas por la investidura de SánchezAunque eso no parece preocupar a DWS, que también se muestra positiva con los bonos de los mercados emergentes, ya que los considera una buena inversión "tanto estratégica como tácticamente". Y es que, recuerdan los expertos de esta gestora, en el último mes el mercado de renta fija ha sufrido un auténtico desbarajuste, con "un número cada vez mayor de bonos que se hundían cada vez más en un territorio de rendimiento negativo".
Se refieren a lo ocurrido con el Bund alemán, que el pasado viernes se hundió al -0,5%. "Incluso los Bunds a 20 años pasaron el mes de julio fluctuando alrededor de cero y, a finales de mes, las rentabilidades a 20 años se situaban en el -0,1%". Esto significa que "los inversores están pagando al ministro de finanzas alemán por el privilegio de prestarle dinero al país durante dos décadas, lo que supone la mayor parte de la erosión del poder adquisitivo debido a la inflación en curso", explica esta gestora en el mencionado informe.
Y mientras tanto, incluso en Grecia, las rentabilidades a 30 años de sus bonos soberanos han caído debajo del 3,5%, lo que sitúa el rendimiento de la economía, que sufrió una grave crisis, aproximadamente un 1% por encima de los de los bonos del Tesoro de EEUU a 30 años.
Asimismo, en cuanto a la renta fija estos expertos muestran interés por aumentar la exposición a "posiciones con mayor sensibilidad a los tipos de interés", aunque aconseja "esperar niveles de rendimiento más altos para hacerlo". "Seguimos pensando que el ciclo de inversión tiene cierto margen de maniobra con unos precios de las acciones más altos en el futuro y siempre que los rendimientos se mantengan bajos en un nuevo ciclo de relajación que la la Fed acaba de comenzar", dicen.
¿DÓNDE MÁS INVERTIR?
Estos expertos prevén un escenario de incertidumbre global bastante acusado por la guerra comercial entre EEUU y China y el Brexit, además de las nuevas tensiones en Irán y en la península de Corea. Por eso se muestran cautelosos con la renta variable. DWS cree que las bolsas "parecen algo agotadas, sobre todo en Estados Unidos", y todo apunta a que es muy probable que se produzcan "algunas decepciones a corto plazo". Por eso ahora en la gestora se muestran neutrales con la renta variable americana, europea, británica y asiática de aquí a tres meses. Solo son positivos con los mercados emergentes, Asia y Japón a largo plazo (con un horizonte de inversión de un año, de aquí a junio de 2020).
Sobre el oro, DWS también es positiva a largo plazo. "El recorte de tipos de la Reserva Federal no puede reducir la fortaleza del dólar estadounidense, ya que otros bancos centrales también se han vuelto más 'dovish', por lo que creemos que el oro puede tener un precio justo tácticamente. Sin embargo, estratégicamente, es probable que los bancos centrales de los países emergentes continúen diversificando sus reservas en oro", remarcan los expertos de la gestora. Creen que las altas valoraciones de las acciones y el crecimiento más lento hacen que el oro "sea atractivo y haya que tenerlo en cuenta" a la hora de conformar una cartera de inversión.