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Pero además, ha declarado lo siguiente:
“Casi todos los países utilizan derivados, no lo hacen porque los bancos les obliguen, lo hacen por necesidad […]”.
“Han pasado cinco años desde que estalló la crisis y seguimos sin reglas hipotecarias. El mundo necesita sentarse a pensar”.
Dimon ha aprovechado la ocasión, asimismo, para pedir perdón a los accionistas por las pérdidas de 6.000 millones provocadas por el llamado whale trade, tildándolo de “error garrafal”, aunque ha añadido que su banco ha sabido actuar y es todavía rentable. “Si eres accionista, lo lamento profundamente. Pero hemos presentado resultados récord y la vida sigue”. Porque, pese a todo lo sucedido, JP Morgan logró ganar 21.300 millones de dólares en 2012.
S.B.